Aunque homologuen su título, los inmigrantes no mejoran de empleo

El año pasado 600 extranjeros iniciaron los trámites, que duran más de un año, para que se les reconozcan sus estudios.
Para un inmigrante, homologar el título de sus estudios se puede convertir en toda una aventura. El año pasado fueron 600 los que solicitaron este trámite, un 1% de la población inmigrante que hay en Zaragoza (más de 54.000).

Los motivos por los que son tan pocas las personas que solicitan este papeleo son dos. Por un lado, el tiempo que puede durar el proceso –como mínimo un año–, y por otro, las pocas garantías que tienen para conseguir un trabajo mejor, a pesar de tener el título en regla.

De todos los que lo hicieron, 300 disponían de un título de bachiller y el resto, de uno universitario, según informó la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza, que es el único lugar donde se puede realizar esta gestión.

Los rusos y, en general,  personas procedentes de los países del Este encabezan la lista de inmigrantes con estudios universitarios que llevan a cabo este trámite. Y de Latinoamérica, los ecuatorianos y los colombianos son lo que más demandan esta gestión. Además, hombres y mujeres lo piden a la par, todos con edades comprendidas entre los 28 y los 45 años.

Medicina, fisioterapia y enfermería, seguidas de arquitectura, ingeniería y  económicas son las carreras que más han estudiado los que solicitan la homologación de sus títulos en la ciudad. Y éstas suponen un 40% del total de los títulos solicitados.

No obstante, son los menos los que consiguen llevar a buen puerto este trámite. A pesar de tener estudios, muchos inmigrantes acaban trabajando en empleos de baja o nula cualificación.

De los presentes en Aragón, un 23% se dedica a la agricultura y a la ganadería y un 18% a la construcción, según desvela un informe del Consejo Económico y Social de Aragón.

Aspectos a tener en cuenta

Todo aquel inmigrante que desee solicitar la homologación de su título de bachiller o universitario debe acudir a la Alta Instrucción de Educación de la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza. Las oficinas están situadas en la plaza del Pilar y su horario de atención al público es de 9 a 14. En la ciudad sólo se lleva a cabo la primera parte del proceso, que consiste en rellenar una impreso de solicitud. Pero para hacerlo es necesario presentar un documento de identidad y el título –cotejado y traducido al castellano–. Además, es obligatorio abonar una tasa que en ningún caso supera los 80 euros, aunque varía dependiendo del país de procedencia de cada persona. Si todo está en regla, la solicitud se envía al Ministerio de Educación en Madrid y allí 0se gestiona el resto del  proceso.

Mariá Perjú (médica). Niñera, 41 años. María es de Moldavia y lleva más de tres años en Zaragoza. Estudió medicina y bioquímica, pero trabaja como niñera. «Me gustaría homologar mis títulos, aunque sé que es difícil. De momento, estudio castellano en la Escuela Oficial de Idiomas para que me facilite las cosas».

Imad Custo (informático). Camarero, 29 años. Nació en Rabat (Marruecos) y es informático. «Todo lo que estudié en mi país no me sirve de nada en España. Aunque tuviese el título homologado, sé por otras personas que no mejoraría mucho mi situación».

Mijaela Balas (teóloga). Empleada del hogar, 30. Mijaela es rumana y estudió en su país teología. Le gustaría dar clases, pero sabe que es algo casi imposible. «Trabajo limpiando una casa y me gustaría cambiar de puesto. Pero sé que no puedo aspirar a algo mucho mejor. Ni me planteo homologar mi título».

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