El Ministerio de Fomento ensayará en Lleida una fórmula para pagar en 30 años carreteras que construya ahora, con un sistema de colaboración público-privado por el que las constructoras cobrarán por una concesión que les obligará a mantener las vías, según ha avanzado este viernes el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán.

El responsable de Fomento ha considerado que esta fórmula puede significar el adelanto de las carreteras y explicó que la forma que tiene el Ministerio de retribuir a la empresa que se haga cargo de la concesión durante los próximos 25 años es pagar cada mes o cada periodo de tiempo que precise el pliego en función de que cumpla unos estándares de calidad.

Ha aclarado que la empresa se comprometerá a construir en un periodo determinado —entre uno y tres años— y asumirá el riesgo si no lo cumple y que el Ministerio pagará el dinero invertido y el que se gaste en mantenimiento en función de que la carretera cumpla las condiciones establecidas. "Si no cumple con lo que hayamos precisado en el pliego lo que haremos es descontarle lo que le tenemos que dar cada mes".

Fomento ensayará la fórmula para salvar tramos de la autovía Lleida-Aran. Morlán ha precisado que este sistema, en el que ha trabajado durante un año Fomento con constructoras y bancos permite que el coste no compute como déficit. "Quiere decir que desde Europa no nos digan que lo que cuesta la carretera nos lo incorporan a nuestro déficit", ha explicado.

Para que no compute, el secretario ha precisado que es preciso la actividad de construcción sea superior al 50% del conjunto de la actividad de la concesión y el resto sea conservación y mantenimiento de lo que se construye o de lo que se aporta como construido. De los tres tramos de la autovía entre Lleida y Huesca, al Ministerio le interesa que uno esté construido, el de Roselló-Almenar, porque le abarata la concesión.

Según Fomento, el tramo Roselló-Almenar cuya ejecución ha superado ya el 52%, terminará de ejecutarse mediante esta fórmula de colaboración público-privada junto a los tramos Lleida-Roselló y Roselló-Almenar, en el límite con la provincia de Huesca. Desde su punto de vista, esta fórmula puede acelerar las obras que las constructoras cobrarán en función de las concesiones que se firmen, entre 25 y 30 años.

La medida satisface al Govern, a juzgar por las palabras del secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, que ha insistido en que esta solución permite continuar obras que inicialmente el Ministerio había dicho que no podía afrontar. "Es una obra que podíamos hacer en 20 años que con la colaboración público-privada la podemos tener yo diría que en dos y la pagarán los ciudadanos con sus impuestos y la administración del Estado en cómodos plazos de 25 años".

Para Nadal tiene una razón de ser. "Esta autovía, que la avanzamos ahora, la usarán las generaciones sucesivas, tiene el sentido de equilibrio, de solidaridad entre generaciones, de que algo que hacemos hoy pero que usaremos muy poco, la paguen generaciones futuras".

Nadal ha resumido así la propuesta de Morlán que incluía, entre otras obras, la continuidad del tramo La Seu de Urgell-Andorra de la N-145 pese al contexto económico actual.