Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) aprobaron este martes el llamado "semestre europeo", una de las medidas destinadas a evitar futuras crisis, que permitirá que Bruselas evalúe los presupuestos nacionales antes de que sean aprobados en cada país.

Esta medida es una revisión del código de conducta del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y permitirá una vigilancia más exhaustiva a las políticas presupuestarias de cada país miembro para detectar y evitar "inconsistencias y desequilibrios emergentes". Es decir trabajar con mayor antelación ante cualquier posible crisis y evitar otra situación tan delicada como la que vive Grecia.

Así pues los gobiernos estarán obligados a hacer los deberes con tiempo y enviar a Bruselas sus proyectos presupuestarios para el próximo ejercicio en la segunda quincena de abril. Las instituciones podrán evaluarlos y hacer las sugerencias pertinentes antes de que la aprobación parlamentaria dificulte cualquier cambio. El proceso presupuestario se alargará no sólo en las cámaras nacionales si no también en los pasillos comunitarios.

El Consejo Europeo identificará, a partir de la primavera de 2011, los "principales desafíos económicos" de cada país a partir de una evaluación propia y dará "consejos estratégicos" sobre sus políticas estratégicos.

Los estados miembros tendrán el mes de abril para revisar sus estrategias presupuestarias a medio plazo y, al mismo tiempo, redactar programas nacionales de reformas que expongan las acciones que tomarán en áreas como el empleo o la inclusión social.

Durante los meses de junio y julio, los socios europeos aportarán consejos sobre las políticas de cada estado antes de que estos cierren sus presupuestos para el año siguiente.