Danny Trejo, el "primer superhéroe latino"

Danny Trejo, Jessica Alba y el director Robert Rodríguez a su llegada al estreno de 'Machete' en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Danny Trejo, Jessica Alba y el director Robert Rodríguez a su llegada al estreno de 'Machete' en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
CLAUDIO ONORATI / EFE
Danny Trejo, Jessica Alba y el director Robert Rodríguez a su llegada al estreno de 'Machete' en el Festival Internacional de Cine de Venecia.

Suena a la típica historia de superación propia de los pioneros estadounidenses. Danny Trejo no era más que otro chico conflictivo de Los Ángeles. Con los años, y junto a su tío, Trejo empezó su particular descenso a los infiernos.

A su adicción a las drogas sumó sus primeros flirteos con la delincuencia callejera. El resultado: se convirtió en un habitual de las cárceles para adolescentes. Y pinta tiene para ello con su look actual: melena hasta los hombres, mostacho imponente, pecho tatuado.

Con esas pintas, decíamos, a nadie debería extrañarle que el joven Trejo llegara a hacerse un nombre en la cárcel como campeón de boxeo. A ver quién era el guapo que le tosía al que años más tarde se convertiría en Machete. Pero como en todo buena biografía digna de Hollywood, a Trejo le llegó el momento de la redención: dejó las drogas y se alejó de malos rollos.

A mediados de los ochenta le llega la gran oportunidad: gracias a compañero recluso, el futuro actor acaba envuelto en el rodaje de Runaway train, primero como extra, más tarde con un pequeño papel.

Sus habilidades pugilísticas le sirvieron de nuevo para destacar entre el resto. El director de la cinta, Andrey Konchaovsky, le quería como entrenador de uno de los protagonistas, pero Trejo acabó convenciendo al realizador para aparecer en pantalla. Y a partir de ahí, el ascenso hasta su vida actual, una etapa que define como "unas vacaciones constantes".

El papel de su vida

En 2010 le ha llegado el papel de su vida. Robert Rodríguez, que casualmente es primo suyo, le ofreció ser el protagonista de Machete, una espiral de violencia y venganza perpretada por un inmigrante mexicano.

Trejo ni se lo pensó, llevaba tiempo preparado para ello: "Mis papeles con Rodríguez tenían nombre de arma blanca: cuchillo, navaja. Ahora me ha subido un escalón con Machete". Nombre que ya recibe Trejo en una de las cintas de Spy Kids dirigida por, cómo no, Rodriguez.

Polémica con los inmigrantes

Machete ha suscitado un debate en Estados Unidos porque no acaba de quedar claro si es una cinta que va a ayudar a la imagen de los inmigrantes mexicanos o va a perjudicarla en plena discusión sobre las reformas políticas sobre inmigración en Arizona. Trejo cree que el mensaje de la película va por otros derroteros: "Se tocan temas relacionados con la inmigración pero la denuncia se hace a la corrupción de la ley".

Después de conocer de primera mano el mundo de las drogas y la delincuencia, y aprovechando la posición que le ha dado su trabajo en Hollywood, el actor conciencia a los jóvenes y les enseña qué camino no deben tomar: "He estado en sus habitaciones, por eso me escuchan. Capto su atención de inmediato y eso es algo que me ha regalado esta industria", afirma.

Lejos quedan los días de boxeo en el patio de la prisión que le llevaron a cambiar de vida. "En la cárcel hay dos tipos de personas: los depredadores y las presas. Si estás en un montón de mierda es mejor estar arriba. Allí uno se convierte en alguien que ni conoces. Y para salir adelante hay que cambiar", aseguró este miércoles en su encuentro ante la prensa.

Ahora es un hombre nuevo. Tanto, que se ha convertido en "el primer superhéroe latino". Y apostilla: "Me siento genial".

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