Ante el peligro de derrumbe de lo que queda de techo las autoridades decidieron suspender los trabajos de rescate temporalmente para garantizar la seguridad de los bomberos y personal sanitario en acción, informó el concejal del distrito, Georg Grabner, en rueda de prensa. L
Las labores no se reanudarán hasta que no llegue a Bad Reichenhall un vehículo especial de una empresa privada, provisto de un sistema de estabilización de la estructura de lo que queda del edificio, prosiguió Grabner.
La dirección de la policía del distrito de Traunstein informó en la madrugada de hoy, martes, de que seis cadáveres han sido hasta ahora sacados del lugar del siniestro y que otros cuatro han sido localizados, aunque no se ha podido llegar aún hasta ellos debido a los escombros.
Entre los fallecidos hay cuatro niños de siete, ocho, doce y trece años, y la madre de uno de ellos de 35. A primera hora de la noche del lunes, y seis horas después de que ocurriera la desgracia a las 16.00 hora local (15.00 GMT), se rescató, sin embargo, con vida a una joven y esto alentó a los equipos de rescate que llevan toda la noche trabajando bajo condiciones muy difíciles.
La policía no pierde la esperanza de encontrar otros supervivientes ya que hay bolsas de aire bajo el techo derrumbado cubierto de nieve. Unas 35 personas, de entre las 50 y 60 que se encontraban en el pabellón cuando ocurrió el accidente, han sido rescatadas con vida, pero 30 están heridas y 19 han tenido que ser hospitalizadas.
En las labores de rescate participan unas 700 personas entre policías, protección civil, bomberos, miembros del ejército alemán, de la Cruz Roja y de la Cruz de Malta, así como equipos procedentes de la vecina Austria.
La nieve, que no ha dejado de caer en toda la noche, y la inestabilidad de los escombros -se tardó varias horas en afianzar los restos del techo caído- han dificultado las labores de rescate que se han prolongado durante toda la noche.
El pabellón, un edificio construido en la década de 1970 y gestionado por el Ayuntamiento, estaba aparentemente necesitado de reformas y, media hora antes de que se derrumbara el techo, los responsables locales habían tomado la decisión de suspender unos entrenamientos de hockey por miedo a la nieve que se acumulaba sobre el tejado.
Ya se temía por su estructura
Los miembros de un equipo de hockey juvenil fueron avisados a las 14.30 GMT de que se anulaba el entrenamiento previsto para las 17.00 GMT, y también se suspendió otro de adultos que debía celebrarse después, porque se quería quitar la nieve del tejado.
El alcalde de la localidad, Wolfgang Heitmeier, explicó que a mediodía del lunes se midió la cantidad de nieve que había sobre el tejado del edificio para ver si convenía cerrarlo y se llegó a la conclusión de que no había peligro, pues estaba muy por debajo del nivel considerado peligroso.
namientos de hockey porque en la noche se esperaban fuertes nevadas. El accidente se produjo
Un grupo de especialistas de la Cruz de Malta se encarga de atender psicológicamente a los padres que han ido acudiendo al centro deportivo en busca de sus hijos. El momento del accidente fue también trágico, pues el techo se derrumbó cuando había llegado la hora del cierre y el portero había empezado a pedir a los visitantes que abandonaran la pista de hielo.
- Trágico derrumbe en Alemania
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