La consejera de Bienestar Social y Vivienda, Noemí Martín, ha presentado este viernes a los dos nuevos miembros de su equipo, el actual director de la Agencia Asturiana de Discapacidad, Luis Miguel Romero, y a Marcos Cienfuegos que, el próximo 26 de julio, asumirá la dirección de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. La incorporación de ambos ha sido causa de la ruptura de la coalición entre IU y Bloque por Asturies (BA) con motivo del apoyo de IU a la ley autonómica de ajuste económico.

Noemí Martín, que ha comparecido en rueda de prensa, ha agradecido a ambos su "compromiso" y "esfuerzo" al incorporarse a esta etapa de fin de Legislatura donde se plantean el objetivo político de "culminar un programa que en su día acordamos con la FSA y que, en lo referente a esta Consejería, busca blindar los servicios sociales, la política social en Asturias en un contexto de crisis económica y de disminución de los recursos públicos".

Romero ya fue presentado la pasada semana en el Consejo de Gobierno. Por su parte, el ya director de la Agencia Asturiana para la Discapacidad ha asegurado que "las personas con discapacidad tienen reconocidos muchos derechos pero tienen muchas dificultades para ejercitar con plenitud una buena parte de ellos y que puedan hacerlo debe ser uno de los objetivos de la Agencia".

Ha destacado también que el reto fundamental de la Agencia es poner en marcha el Plan de Accesibilidad que ya está "avanzado" y en el que han podido participar los colectivos de discapacidad asturianos. Según él, "esta amplia participación ha dado unos resultados fructíferos que permitirán elaborar un Plan importante, el primero de Asturias en Accesibilidad, y que puede ser una referencia a nivel Estatal".

Marcos Cienfuegos, que será nombrado la próxima semana en el Consejo de Gobierno, ha destacado en la presentación que uno de los grandes retos de la Política de Cooperación es "lograr mitigar las necesidades de los países que menos tienen más aún en el actual contexto de crisis económica" y ha puesto como ejemplo de esa necesidad creciente el hecho de que "desde principios de los años 90 han aumentado en 200.000 el número de personas que pasan hambre en el mundo" y este hecho pone de relevancia la importancia que para los que menos tienen suponen "las políticas de cooperación sobretodo en derechos básicos como el acceso a la alimentación, a la educación o la sanidad".