Dicen que los polos opuestos se atraen, y ésa es una de las vetas humorísticas que más ha explorado el cine. El penúltimo ejemplo es Noche y día, que reúne a Cameron Diaz y Tom Cruise para pelearse, conocerse algo mejor y... adivinen.

Diaz encarna a una atractiva mujer que huye de los clásicos ligones: es guapa e inteligente, pero tiene algunos problemas para relacionarse con el sexo opuesto. Cruise tiene una vida compleja: encarna a un agente de la CIA. Ambos se encuentran en un aeropuerto, por una serie de circunstancias tienen que compartir aventuras (él se aprovecha de ella para disimular su identidad; ella quiere ver qué se esconde tras ese desconocido atractivo) y terminan envueltos en peligrosas persecuciones mientras coquetean y se pelean sin parar.

Mezcla de acción y comedia (algo parecido a lo que podría ser, por ejemplo, la magistral Charada), la película promete diversión veraniega y escenas en las que, para regocijo de sus fans, el dúo se aligera algo de ropa. En EE UU, al menos, la mezcla ha funcionado, y el filme ha logrado dignas cifras en taquilla y una tibia recepción de la crítica, que sobre todo aplaude la capacidad ya demostrada de Diaz para el cine de humor.

Un paseo por Sevilla y Cádiz

Una de las más trepidantes escenas de Noche y día muestra a Diaz y a Cruise a lomos de una motocicleta, huyendo entre toros y mozos uniformados. ¿Por qué? Porque Noche y día también visita los sanfermines, aunque por necesidades de producción (básicamente, por su buen clima) fueron recreados en Andalucía en lugar de en Pamplona.

El rodaje, eso sí, no estuvo libre de sustos: durante una de las jornadas en Cádiz, siete toros se escaparon y deambularon, con el consiguiente peligro, por el centro gaditano.