Según informaron fuentes de Defensa, un grupo de expertos del Ejército del Aire se encargarán de determinar las causas del incidente.

La primera inspección visual ha determinado que el Hércules C-130 no sufrió desperfectos a consecuencia del aterrizaje y que no ha registrado daños en sus sistemas de amortiguación ni de frenos.

Un grupo de expertos y técnicos de la base aérea de Zaragoza salió ayer con destino a Mostar en otro Hércules con el fin de revisar y poner a punto el avión accidentado, según las mismas fuentes.

El lunes, el avión accidentado fue trasladado de las inmediaciones de la pista donde quedó tras el aterrizaje (a unos 200 metros fuera) hasta la propia pista del aeropuerto de Mostar.

Respecto al piloto de la aeronave, un capitán, permanece en Mostar y según señala el departamento de José Bono pilotó también el Hércules que el pasado lunes desplazó al presidente del Gobierno y a los ministros de Defensa y Exteriores desde Herat (Afganistán) hasta Kuwait.

El Hércules accidentado es uno de los dos aviones de este tipo que utilizan los militares españoles en la misión de Afganistán y pertenece a la base española de Manás (Kirguizistán).

Por otra parte, José Bono recibió a lo largo del domingo numerosas llamadas para interesarse por su estado y el de los 60 pasajeros que volaban en el avión que se salió de pista.

Entre ellas, las del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.

Nadie resultó herido después de que el aparato se saliera unos 200 metros fuera de la pista y quedara en el campo, tras tomar tierra a mitad de pista, debido a la mala visibilidad provocada por la lluvia y la niebla que reinaba sobre esta localidad bosnia en el momento de la maniobra de aproximación.

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