¿Reinventarse a los 88 años? No es fácil, sobre todo si se trabaja en Hollywood, pero Betty White lo ha conseguido. Ganadora de seis Emmy, la única superviviente de Las chicas de oro se ha convertido en una de las actrices más populares del momento. ¿La culpa? Como siempre, de los fans.

Todo comenzó en diciembre de 2009 cuando se creó un grupo en Facebook pidiendo que Betty White presentara Saturday Night Live. Lo que parecía una broma alcanzó 513.253 seguidores y la NBC aceptó el reto. La aparición de la octogenaria en mayo, que bromeó sobre su edad, el sexo y Facebook, batió récord en el SNL, que no alcanzaba una cifra tan alta desde la visita de John McCain en noviembre de 2008.

Tournée por los platós

Previamente, en enero, la veterana actriz recibía el aplauso de la crítica por el filme The Proposal, de Sandra Bullock. Luego protagonizó un anunció de chocolatinas durante la Superbowl. En esa ocasión, la audiencia la vio jugar al fútbol con un equipo de profesionales y revolcarse en el fango.

En la apretada agenda de White no faltó la tournée por los platós: se duchó junto a Hugh Jackman en el programa de Jay Leno, le explicó a Larry King que nunca ha entendido el significado de la palabra "pensión" y un stripper la homenajeó en el set de Ellen DeGeneres. Un buen año para la intérprete, que ayer estrenó Hot In Cleveland, una sitcom que repite la fórmula de Las chicas de oro.

La comedia se centra en tres cuarentonas excéntricas (Valerie Bertinelli, Jane Leeves y Wendie Malick) que terminan en Cleveland al sufrir una avería el avión en el que viajaban. Cuando descubren que los lugareños las consideran atractivas deciden instalarse en la zona. Alquilan una casa victoriana cuya propietaria (Betty White) fuma marihuana y viste siempre en chandal.

Una estrella entre menores de 45

Más de seis décadas después de que debutara en televisión, los jóvenes arropan a Betty White. El 70% de los miembros de su club de fans en Internet son menores de 45 años, según David Matthews, el americano que lanzó en Facebook la campaña del Saturday Night Live. A Matthews la idea se le ocurrió después "de un viaje por carretera y un par de vinos". Nunca imaginó que su petición se convertiría en un tsunami de la cultura pop.