Sus siete integrantes, todos habituales del proyecto desde el primer viaje de la Fundación a África (2006), han continuado con su labor en materia de salud visual a un país que no tiene más de 20 médicos oftalmólogos en su extensión y todos en la capital, Porto Novo, y ninguna óptica fuera de los entornos urbanos principales.

La labor que la Fundación desempeña allí no se limita a la acción en los días de permanencia en África de los expedicionarios, sino que, según destacan, en estos cuatro años han conseguido asentar las bases de un proyecto duradero "que se mantiene sólo".

Desde el año 2006 los voluntarios colaboran con el Hospital San Juan de Dios localizado en la ciudad de Tanguietá, que es la contraparte local del proyecto. Gracias a un acuerdo suscrito con la Fundación Cione Ruta de la Luz, el San Juan de Dios cuenta con un servicio propio de Oftalmología y una Óptica.

"La misión de las expediciones que viajan ahora es la de darle continuidad a un proyecto que ya es en gran medida autónomo", según explicó German Zubeldia.

Así, la Fundación ha podido realizar en algo menos de diez días de estancia un total de 43 cirugías.

En consulta se atendieron 240 pacientes a lo que deben añadirse las revisiones de las personas operadas que se realizaban al día siguiente de la cirugía "y de todos los intervenidos el lunes antes de nuestro regreso", añade el óptico cántabro.

Además, han desarrollado un protocolo a nivel quirúrgico que permitirá obtener datos objetivos sobre como evoluciona el postoperatorio de los pacientes.

El encargado de coordinar este protocolo nuevo será el hermano Michel, un beninés formado por la Fundación.

Por otro lado, la Ruta de la Luz ha mantenido una reunión con el delegado de la sanidad pública en la zona sanitaria de Tanguieta para organizar un curso de formación en atención oftalmológica a los enfermeros que trabajan en los dispensarios que se encuentran dispersos por toda aquella área geográfica. En total, son 22 dispensarios y 44 personas.