Como manifestó, es una obra en la que se interpreta a sí mismo y que "lleva al espectador por un viaje en el que se habla del éxito, del fracaso" o de sus propias aficiones.
Gabino Diego es el único actor que se presenta en escena y, a lo largo de hora y media, realiza un recorrido por algunos de los personajes que ha interpretado a lo largo de su dilatada carrera.
Lleva ocho años representando la obra por diferentes puntos de España y por sus actuaciones han pasado más de medio millón de espectadores. A pesar de ello, asegura que ha ido "puliendo" el espectáculo y que "ahora está en un momento muy bueno".
Su pretensión es "hacer reír al espectador desde el principio hasta el final", con una obra "apta para todos los públicos" en la que también quiere hacer "un homenaje a esas abuelas que soportan a sus nietos y que a veces los entienden mejor que las madres a sus hijos".
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