Uruguay y Francia no juegan a nada. Esa es la conclusión que se puede sacar del partido disputado por ambas selecciones en su debut mundialista en Sudáfrica, que concluyó con empate a cero, rozó el aburrimiento hasta límites insospechados en los 90 minutos y que dejó mejor sabor de boca en los uruguayos, al sumar un punto ante el teórico favorito del grupo A.

Ni Ribery, ni Forlán fueron capaces de animar un encuentro que a priori se presentaba atractivo, con expectativas de ataque por parte uruguaya y con ansias reivindicativas en el bando galo, ante la dubitativa fase clasificatoria.

Pero ni una cosa ni la otra, ya que ambas selecciones, salvo alguna jugada trenzada entre el más absoluto caos táctico, se dedicaron a dormir las posesiones y a manifestar las carencias con las que asumen este Mundial. Y mucho tiene que cambiar la cosa si Francia pretende aspirar a grandes gestas.

Pese a todo, lo cierto es que el inicio no fue excesivamente malo, con un acercamiento francés nacido de las botas de Ribery en el minuto 6, pero cuyo centro no fue rematado con certeza por Govou dentro del área.

Francia tomaba así la responsabilidad y trataba de asegurarse la posesión con juego lento y conservador, lo que lo hacía previsible ante la perspectiva defensiva de los uruguayos. Sólo algún 'ramalazo' con algún disparo lejano volvía a confirmar ese teórico favoritismo en el duelo, pero sin demasiada claridad.

Forlán tuvo la suya superado el primer cuarto de hora, tras una galopada desde el centro del campo, pero su potente disparo con la derecha fue repelido por Lloris.

El sopor crecía por momentos, en la misma proporción que corrían los minutos, y sólo Diaby trataba de recuperar la intensidad de juego, con presiones poderosas en las cercanías del área de Uruguay. En esa labor se topó con un mal compañero de viaje, Arévalo Ríos, que al descanso cuajaba un correctísimo partido y lograba sostener el valioso empate para su equipo.

Sopor y muy poco fútbol

En la reanudación, los papeles se mantuvieron, con Francia controlando el balón sin complicaciones, aunque con escasa proyección en busca del gol. Ante semejante panorama, Raymond Domenech situó en escena a un ovacionado Thierry Henry (m.74), considerándole el elegido para cambiar la tendencia futbolística del partido. Pero tampoco él estuvo a la altura.

Ni siquiera supieron aprovechar la falta de experiencia del uruguayo Nicolás Lodeiro (entró en el campo en el minuto 61 y fue expulsado 20 más tarde), tras cometer dos faltas tontas en el centro de campo, lo que obligaba a su equipo a sufrir hasta el final.

Para entonces, Forlán había vuelto a desperdiciar otra clara ocasión y Francia entendía que el momento de la reacción tenía que llegar, pero Uruguay supo contener con temple y dejó constancia de que este combinado galo difiere mucho de lo que debe ser un equipo campeón.

Ficha técnica

0.- Uruguay: Fernando Muslera; Mauricio Victorino, Diego Lugano, Diego Godín; Maximiliano Pereira, Diego Pérez (m.87 Sebastián Eguren), Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Ignacio González (m.62 Nicolás Lodeiro); Diego Forlán y Luis Suárez (m.75 Sebastián Abreu). Director Técnico: Oscar Washington Tabárez.

0.- Francia: Hugo Lloris; Bakary Sagna, William Gallas, Eric Abidal, Patrice Evra; Yoann Gourcuff (m.77 Florent Malouda), Jeremy Toulalan, Abou Diaby; Sidney Govou (m.85 Andre Gignac), Franck Ribery y Nicolás Anelka (m.74 Thierry Henry). Director técnico: Raymond Domenech.

Árbitro: Yuichi Nishimura (JAP) que expulsó al uruguayo Lodeiro (m.81) por doble amarilla (m.62) y amonestó a los uruguayos Victorino (m.59) y Lugano (m.90) y a los franceses Evra (m.13), Ribery (m.19) y Toulalan (m.69)

Colaboradores: Toru Sagara (JAP) y Jeonh Hae Sanf (COR).

Incidencias: segundo partido del Grupo A de la  Copa del Mundo que se inició más temprano con el empate 1-1 entre Sudáfrica y México. Estadio: "Green Point Stadium", de Ciudad del Cabo. Lleno completo (64.100 personas). Estado del campo: muy bien. Temperatura al inicio: 12 grados.