En declaraciones a los periodistas, Carbonero, que inauguró hoy en la Facultad de Ciencias del Trabajo de Córdoba el Curso Superior de Especialista en Derecho Laboral, consideró "una malísima noticia que se haya roto" la negociación con los empresarios de la reforma laboral, pues CCOO acudió a la reunión de ayer "con la voluntad del acuerdo". Por eso, si ahora "el Gobierno toca alguno de los elementos esenciales para el sindicato en las relaciones laborales, sin ninguna duda, nos veremos obligados a convocar una huelga general".

Entre dichos elementos intocables, Carbonero situó "la causalidad del despido objetivo, la posibilidad de descuelgues en los convenios o tocar la negociación colectiva sin controles sindicales, o cuestiones relativas a la flexibilidad interna de las empresas tomadas, de forma unilateral, por parte de las propias empresas". A juicio del sindicalista, adoptar medidas en estos ámbitos en el marco de una reforma laboral equivaldría a "desmantelar prácticamente los derechos de los trabajadores y dejarlos en una situación tremenda de indefensión".

Siniestralidad laboral

Por otro lado, ante el hecho de que la Fiscalía de Córdoba registró a lo largo de 2009 un descenso del 61 por ciento en las diligencias previas por casos de siniestralidad laboral, Carbonero destacó que "la siniestralidad laboral es la gran invisible en estos momentos, pues, aunque es cierto que ha disminuido bastante, como consecuencia de la disminución del empleo en sectores de mucho riesgo, y aunque se ha avanzado bastante, en Córdoba y en Andalucía, en materia de prevención de riesgos (laborales), lo cierto es que sigue habiendo grandísimas carencias".

En este sentido, aludió a la falta de "medios personales y materiales" de la Inspección de Trabajo, a lo que se suma que "la Justicia es lenta, siendo el caso más sangrante el de los seis trabajadores muertos en Almuñécar (Granada), pues cinco años después todavía no ha salido el juicio, y además hay una economía sumergida, que incrementa tremendamente la siniestralidad, y también hay otra gran invisible, que son las enfermedades profesionales". Por tanto, se hace necesario que cambie "la mentalidad de los empresarios", para que vean la inversión en prevención de riesgos laborales como "un distintivo de calidad y de competitividad, no como un gasto".