La Xunta ultima su segunda rebaja fiscal en vivienda y ratifica su rechazo a subir el IRPF a rentas altas

Feijóo calcula que la rebaja beneficiará a 90.000 gallegos al años y contribuirá a "amortizar" la subida del IVA prevista por el Gobierno
Consello de la Xunta
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La Xunta ultima su segunda rebaja fiscal en materia de vivienda que beneficiará a 90.000 gallegos al año —en principio hasta finales de 2011— y contribuirá a "amortizar" la subida del IVA prevista por el Gobierno central, según explicó hoy su titular, Alberto Núñez Feijóo, quien ratificó su rechazo a subir el IRPF a las rentas altas.

"Hay comunidades que creen que lo mejor es pagar más impuestos y nosotros creemos que lo que hay que hacer es rebajar los impuestos a las rentas bajas", defendió tras el Consello de la Xunta, que fue informado hoy sobre el anteproyecto de la ley para acometer otra rebaja fiscal en los tributos de vivienda, cuya aprobación está pendiente a la espera del dictamen del Consello Económico e Social (CES).

En este escenario, Feijóo explicó que su Ejecutivo renunciará a "adaptar" el impuesto de transmisiones patrimoniales —que grava las viviendas usadas— a la subida de un punto del IVA decidida por el Gobierno estatal para las nuevas a partir del mes de julio. La modificación fiscal también afectará al tributo de actos jurídicos documentados y tendrá un impacto anual de 9,2 millones.

De este modo, la Xunta rebajará un 25% el impuesto de actos jurídicos documentados para la adquisición de nuevas viviendas —del 1 al 0,75%— y un 33% cuando se trate de la primera compra para la vivienda habitual —del 0,75 al 0,5%—. Además, disminuirá en la misma proporción este tributo para la constitución de préstamos hipotecarios que financien estas compras.

Dado que la Xunta no ve conveniente subidas impositivas en la actual coyuntura económica, Galicia no sólo no incrementará el tipo de gravamen en la transmisión de viviendas usadas —del 7% al 8%— para "corregir" el desequilibrio provocado por la subida del IVA que grava la vivienda nueva, sino que rebajará el tipo que corresponde al impuesto de actos jurídicos que deben satisfacer estas viviendas nuevas.

Además del ahorro fiscal, el Gobierno gallego sostiene que estas medidas contribuirán a que el nuevo sistema fiscal aplicable en Galicia sea "más neutral" respecto a la elección entre vivienda nueva y usada.

Contra el fraude fiscal

Del mismo modo, la Xunta impulsará también una rebaja del 15% del impuesto de transmisiones patrimoniales —del 7 al 6%— para la compra de viviendas que vayan a ser objeto de rehabilitación o reforma.

Según destacó Feijóo, esta acción tendrá efectos positivos a la hora de "desincentivar" el fraude fiscal en el IVA correspondiente a las operaciones de rehabilitación, ya que la aplicación del tipo reducido del 6% se vinculará a la presentación de las correspondientes facturas. A su vez, esto redundará "en una mayor recaudación" por este impuesto, cuyo rendimiento está cedido en un 50% a la comunidad.

Además, contribuirá a que no siga aumentando el 'stock' de viviendas disponibles con la construcción de nuevas viviendas y que se recuperen aquellas que no reúnen las mínimas condiciones para su habitabilidad, "desplazando la actividad del sector de la construcción a la rehabilitación.

De hecho el Gobierno gallego sostiene que esta actuación funcionará como medida "de fomento al empleo" entre los parados del sector, que Feijóo cifró en "casi 36.000".

Préstamos hipotecarios

Por otra parte, se aplicará una deducción del 100% de la cuota en el impuesto sobre el impuesto de actos jurídicos documentados para la constitución de préstamos hipotecarios destinados a la cancelación de otros préstamos hipotecarios que fueron destinados a la adquisición de la vivienda habitual.

Actualmente, con carácter general, están exentas del impuesto sobre el tributo de actos jurídicos documentados las escrituras públicas de subrogación o novación modificativa de préstamos hipotecarios. Sin embargo, en algunos casos, la entidad no emite la operación de subrogación sino que exige la constitución de un nuevo préstamo con el que se cancelará el preexistente con otra entidad.

Con este paso, la Xunta busca que estas operaciones de constitución para la cancelación tengan el mismo coste fiscal —"cero"— que las operaciones de subrogación, de modo que el impuesto sea "neutro", es decir, que no afecte en las decisiones de los agentes económicos en cuanto a la operación a realizar y, con eso, se amplíe la oferta disponible para refinanciar préstamos.

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