Fuentes de Sanidade consultadas por Europa Press explicaron que, como es habitual cuando se producen muertes por meningitis, la administración activa los "protocolos de vigilancia" y somete a los allegados de las personas afectadas a un tratamiento quimioprofiláctico, es decir, las personas que han tenido contacto en los diez días anteriores con infectados deben tomar antibióticos para evitar un eventual desarrollo de la enfermedad.

En todo caso, las mismas fuentes recordaron que el noroeste español es una zona geográficamente "endémica" en este tipo de afecciones, y precisaron que, en el caso de la mujer que falleció —una maestra embarazada, cuyo bebé fue salvado al practicársele una cesárea—, estaba afectada por una meningitis bacteriana —la más agresiva—.

En cuanto a la niña de Cangas, explicaron que todavía no se han podido determinar el tipo de meningitis, ya que no hay resultado de los cultivos.

Asimismo, señalaron que no fue necesario aplicar los protocolos a los alumnos de la maestra fallecida, ya que cuando enfermó se encontraba de baja y no tenía contacto con ellos.