Este subterráneo tiene 380 metros de longitud, con tres carriles en sentido entrada y dos en sentido salida, y absorberá un tráfico de unos 3.300 vehículos cada hora.

Las obras, a examen

Señalización: Muy mala. Aún perduran las señales amarillas provisionales en los dos accesos al túnel, lo que provoca gran confusión. Incluso en el cruce de Costa Rica con Príncipe de Vergara un cartel recomienda el desvío para acceder a la M-30.

Funcionalidad: Buena. Libera de tráfico la plaza de José María Soler.

Vegetación: Bien. Árboles plantados en la plaza, aunque ésta sigue en obras.

Cortes en el nudo con la A-4

Mientras las obras de la M-30 terminan en el este, se hacen más pesadas en el sur y en el oeste. Esta semana, y durante un año, quedará ocupada parcialmente, provocando un desvío lateral de la calzada, la conexión entre la A-4 y la autovía de circunvalación. Además, habrá nuevas ocupaciones en la calle Embajadores, en las avenidas de Portugal, la Ilustración y Séneca, y en el paseo de la Castellana.