Explicaron que desde el año pasado, la Parroquia Rural de Páramo de Teverga y el FAPAS, a través de un convenio de colaboración, pretender desarrollar actuaciones que mejoren la calidad del hábitat del urogallo y que el año pasado, se solicitaron los permisos para trabajar sobre una superficie de 50 hectáreas de terrenos, con el fin de recuperar las arandaneras, la planta que resulta estratégica en los trabajos de protección del urogallo. "Sin embargo, no ha habido ninguna respuesta a la solicitud por parte de la Consejería de Medio Rural del Principado de Asturias", lamentaron.

Asturias posee un Plan de Recuperación del Urogallo que establece como actuación prioritaria la recuperación del hábitat de esta especie que se encuentran en máximo peligro de extinción. Así, consideraron "contradictorio" que la propia Administración Regional impida la realización de trabajos de conservación.

Fapas señaló que la recuperación del hábitat del urogallo es la clave para tratar de conseguir que esta especie no desparezca de las montañas asturianas.