El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, dijo que si el Gobierno vasco "se aprieta el cinto" no será necesario recortar el gasto social, puesto que puede ahorrar con una disminución del gasto corriente de la Administración autonómica y actuando contra "toda la maraña burocrática montada por el PNV, en la que hay cientos y cientos de personas de personas muy bien remuneradas y de las cuales no se sabe exactamente cuál es su cometido".

En una entrevista en el diario El Correo, recogida por Europa Press, Oyarzábal indicó que puede haber entendimiento de su partido con "un PNV sensato" que "no llame a las empresas a no vender en el resto de España".

Respecto a la situación económica y las posibles bajadas de salarios, destacó que los parlamentarios vascos llevan varios años con el sueldo congelado y que "hay unos responsables que son los primeros que se lo tienen que bajar, porque no han cumplido con su obligación: son los ministros y el presidente del Gobierno".

A su entender José Luis Rodríguez Zapatero debería adoptar "otras decisiones como hizo Alemania", pero no rebajar el sueldo a los funcionarios, "ni meter mano a las pensiones de los jubilados", cuestión que consideró "inaceptable" y fruto de "la política de despilfarro" del presidente del Gobierno central.

Sin embargo, reconoció que, si se aprueba un decreto ley con la bajada de sueldo a los funcionarios, "todas las comunidades autónomas tendrán que hacer lo mismo".

Respecto a la política del lehendakari, explicó que Patxi López "debe ajustar el cinturón de la Administración" mediante el "recorte de gastos superfluos, de chiringuitos, de burocracia", ya que, a su entender, "hay muchos ámbitos en los que meter mano para ahorrar" y "podemos recortar gastos antes que tocar el bolsillo de los ciudadanos".

"Hay que reducir todas las partidas que tengan que ver con la publicidad, el autobombo, los gastos en el exterior, las empresas públicas y toda la maraña de burocracia montada por el PNV, en la que hay cientos y cientos de personas muy bien remuneradas y de las que no se sabe exactamente cuál es su cometido", puntualizó.

Oyarzábal rechazó que la solución a la situación económica sea la subida de impuestos, afirmó que los ricos "no pagan impuestos, lo hacen a través de sociedades y así se pueden escaquear". A su juicio, lo que debe hacerse es "facilitar la tarea a quien pueda crear empleo".

Asimismo, insistió en que, antes que recortar los gastos sociales en Euskadi, "hay muchas cosas" que deben disminuir su gasto, por lo que "si la Administración vasca se aprieta el cinto, no será necesario".

En este sentido, defendió que la reducción del número de sociedades públicas vascas puede "ahorrar decenas de millones de euros" desde "una voluntad política de verdad de reducir la estructura, la burocracia".ACUERDOS

Por otro lado, en el apartado de los posibles acuerdos con otras formaciones, dijo que el PP mantendrá su apoyo al Gobierno vasco, aunque no descarta "poder entenderse con el PNV, con un PNV sensato" que no busque un "discurso radical, guiños a la izquierda más radical".

"No nos podemos entender con un PNV que llama a las empresas a no vender en el resto de España. Estamos haciendo un esfuerzo para poder entendernos con todos. Para eso el PNV debe apostar por el sentido común", añadió.

De igual forma, denunció que el PNV "esconde la cabeza" sobre su relación económica con Rodríguez Zapatero, porque, a su entender, la formación jeltzale es "cómplice de Zapatero, porque ha apoyado sus Presupuestos y sus medidas ineficaces", lo que supone que "ahora les toca apechugar" y sería "impresentable que ahora el PNV quiera esconder su responsabilidad".

En cuanto al Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia, defendió la necesidad de una escuela vasca que "defienda valores democráticos y deslegitime el terrorismo" y que "todo el mundo se puede sentir cómodo en este plan" aunque el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, "está empeñado en que no salga adelante".

Oyarzábal criticó que se haya atacado al lehendakari por no tomar algunos días sus clases de euskera, ya que, advirtió, "es ilógico que este país tenga que estar pendiente de que un lehendakari, con la que está cayendo por la crisis, tenga que dedicar dos horas al día a las clases y no pueda faltar ni un día".