Según informó Feve en un comunicado, transcurridos tres meses desde su incorporación en el trayecto comprendido entre Santander y Astillero-La Cantábrica, los datos de utilización arrojan un balance de resultados muy positivo pues cerca de 25.000 viajes se han realizado con la tarjeta sin contacto.

Con objeto de facilitar su uso entre los clientes e informar sobre la validación correcta de la tarjeta, Feve expondrá en todas las dependencias al público cartelería y avisos que detallan el sencillo procedimiento para su utilización.

La empresa ferroviaria trabaja actualmente en el resto de la red con el objetivo de incorporar progresivamente el sistema tanto a la Cercanía Santander-Cabezón de la Sal como al conjunto de los tramos regionales.

Cuando la tarjeta sin contacto se extienda en toda la línea de vía estrecha, desde Unquera a Gibaja, de oeste a este, a lo largo de 145,9 kilómetros de recorrido ferroviario, se beneficiará de la misma una población de 385.000 vecinos de los municipios incluidos dentro del área de influencia de este trazado.

La ventaja principal de la nueva tarjeta es la mayor flexibilidad al no estar condicionada por un origen-destino o una zona de validez determinada. Con ello, los más de cuatro millones de clientes actuales, así como los potenciales, podrán realizar los viajes que deseen, pagando sólo el viaje realizado en cada momento y utilizando un único soporte para el billete.

Los trabajos requieren un importante esfuerzo inversor por parte de Feve, dado que se pasará de tener equipamiento en 13 estaciones y apeaderos a tenerlo en 52, el total de las estaciones y apeaderos en Cantabria.

Desde la Consejería de Industria y Desarrollo Tecnológico se señala que la implantación de la tarjeta sin contacto en la red de Feve es un avance en la intermodalidad en dos medios de transporte, autobús y ferrocarril, en los que viajar bajo el mismo sistema de pago permitirá mayor comodidad a los usuarios.