El terrorismo complica la cumbre de Barcelona

Los países árabes rechazan la redacción actual del código antiterrorista. La ausencia de numerosos líderes árabes marca el inicio del encuentro.
La Cumbre Euromediterránea de Barcelona arrancó ayer con el objetivo de fortalecer el Proceso de Barcelona, iniciado en 1995 para crear una zona de libre comercio en la cuenca mediterránea para 2010. Pero, además, se persigue un acuerdo sobre dos temas esenciales en esta zona: el terrorismo y la inmigración.

Sobre este último hubo avances, pero la redacción del llamado Código de Conducta Antiterrorista seguía ayer atascada. Las diferencias entre los países árabes e Israel se centran en las demandas de los primeros en diferenciar entre «terrorismo» y «resistencia legítima a la ocupación extranjera». Éstos propusieron incluir en el texto, a cuya adopción parece vinculado el éxito de la cumbre: «Nada en este código contradice el derecho de los pueblos bajo ocupación extranjera a luchar».

El presidente Rodríguez Zapatero, que por la mañana asistió en Mallorca al inicio de los trabajos de la Alianza de las Civilizaciones, prometió, no obstante, poner todo su «empeño» en lograr que el encuentro sea fructífero. Pidió asimismo evitar balances anticipados, basados en las ausencias de numerosos líderes árabes. Sólo la Autoridad Nacional Palestina, con su presidente Abu Mazen, y Turquía, con el primer ministro Erdogan, han mandado a sus cabezas de fila.

Movilizaciones en la Ciudad Condal

Dos manifestaciones, una a mediodía y otra por la tarde, recorrieron ayer Barcelona «contra el Mediterráneo del capital y la guerra». La más numerosa (5.000 participantes según los organizadores) fue la primera, a la que acudió más gente de mediana edad. Por la tarde, una barrera policial impidió que la marcha llegara a la sede.

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