Larga vida al insolente

Siniestro Total llega a Nave 8 con la fe renovada en la irreverencia inteligente y la provocación.
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A Julián Hernández y compañía no les ocurre lo mismo que a los jóvenes de Deluxe, para bien o para mal. Si se hubiesen muerto antes de tiempo, como en la canción, no habrían firmado a estas alturas 14 discos y un recopilatorio triple, además de las aventuras del líder del grupo con Rómulo Sanjurjo. Eso es cierto. Pero también se habrían ahorrado, a su edad, un frente inmerecido.

Este fin de semana, la banda legendaria presenta su reciente Popular, democrático y científico (Loquilandia/El Diablo, 2005) bajo el brazo.

La veteranía es un grado. Los 20 años ya son cosa del pasado para estos incombustibles insolentes. Los cumplieron, primero, ellos y, después, la banda, que lo celebró en 2002 con el triple álbum ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?

Las preguntas son viejas, pero la respuesta es nueva. O casi, porque se llama Popular, democrático y científico, un disco que recuerda, sólo en el título, la enseñanza aquella que los progres reivindicaban en la España de los setenta a golpe de megáfono.

Colectivizar el amor

Producido por el mismo Joe Hardy que redondea los discos de Steve Earl, en el último álbum de Siniestro Total se encuentran la psicodelia de los sesenta, el rock americano de raíz, el punk más auténtico de la Inglaterra setentera y el maoísmo surrealista que Julián Hernández y los suyos se han inventado.

Si en Monstruos todo es lucidez y paranoia, en Cerrado por cansancio se reconoce la derrota cotidiana de la mediocridad. Las relaciones colectivizadas de Por un amor... conviven sin complejos con el incesto de Bésame, soy gallego. Todo cabe en el maoísmo lisérgico de la experimentada banda gallega.

* Nave 8, en Sant Vicent del Raspeig. Calle Bronce, 8. Mañana, a las 22.00 horas. Precio: de 15 a 18 euros.

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