La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, recoge que a principios de este mes se encontraba el procesado junto a la joven en una autoescuela de Bedmar (Jaén) cuando él empezó a intentar abrazarla y a exigirle que le diera un beso, a lo que ella se negaba.

Pese a todo, el procesado consiguió dárselo "a la fuerza", iniciándose acto seguido un "forcejeo verbal" entre ambos, en el que ella le pedía que la dejara en paz y le permitiera salir de la autoescuela, lo que él le impedía agarrándole de la cintura y de una pierna.

Al final, la joven consiguió zafarse de él y salir de allí, "siendo perseguida por el acusado a poca distancia", por lo que se refugió en casa de un familiar y, al llegar el procesado al bloque de pisos, rompió el cristal de la puerta de acceso, causando daños por importe de 150 euros. Además y una vez que el procesado entró en ese bloque, se enfrentó verbalmente con el tío de la joven.

Así las cosas, Pablo E.H. fue condenado por un delito de malos tratos a 21 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a dos años de prohibición de acercarse a la joven; por una falta de vejaciones injustas se le impuso cuatro días de localización permanente; por una falta de daños a otros dos días de localización permanente y por una falta de amenazas otros dos días de localización permanente. Además, en concepto de responsabilidad civil deberá abonar 150 euros.