No. El refranero es muy rico, expresa todos los aspectos de la vida diaria, sin embargo, sí que es cierto que tienen su origen en sociedades rurales donde el tiempo cobraba mucha importancia. Hoy en día no dependemos del tiempo y refranes como el de «por San Antón, gallinita pon» poco nos importan porque compramos los huevos en el supermercado.

Es la sabiduría de antes del rigor cientifico...

Son la esencia de nuestra sabiduría confiada por nuestros antepasados, la sabiduría viva, son la esencia de un pueblo, e incluso provienen de civilizaciones anteriores como los árabes, los hebreos... Un cientifico francés comparó la efectividad de la previsión meterologica en los refranes y comprobó que acertaban en un 80%. Y eso que con la reforma del calendario muchos quedaron desplazados de su día correcto.

¿Tampoco tenían en cuenta el cambio climático?

Por ejemplo: «Por San Blas la cigüeña verás», dice un refrán, pero ahora, al ser aves migratorias, por el cambio de temperatura se quedan...

¿Todos los pueblos tienen refranes?

Sí. Lo que ocurre es que algunos, como los ingleses los han perdido, y a los franceses poco les falta. Los pueblos árabes y los africanos siguen utilizándolos. Son un fondo universal.

¿Y nosotros?

Los hemos perdido mucho. Se utilizan a veces, pero los jóvenes los expresan mal. Piense que al desaparecer las escuelas rurales y la tradición de nuestros abuelos, se acaban perdiendo. Incluso en las escuelas estuvo prohibido su uso.

¿Están en extinción?

Ahora parece que muchos nos hemos dado cuenta de la maravilla que los refranes esconden, pero sólo las personas mayores de 70 años los conocen de viva voz. Ésa es nuestra lucha. Hoy mismo inauguramos en la Universidad Complutense de Madrid el primer doctorado internacional de refranes.

Bio. Málaga, 1960. Doctora en filologia francesa. Escribió las primeras tesis sobre refranes. Dirige la revista Paremia y ha coescrito el Calendario fraseológico español. También coordina el doctorado sobre refranes.