Arquímedes se mete a bombero

El último grito en salvamento de personas se basa en un principio ideado hace 2.000 años por Arquímedes: el tornillo sin fin.
La demostración de este nuevo método, concebido en Málaga para rescatar a la gente de los edificios, tuvo lugar ayer en el parque de bomberos de Las Pirámides.
La demostración de este nuevo método, concebido en Málaga para rescatar a la gente de los edificios, tuvo lugar ayer en el parque de bomberos de Las Pirámides.
Ignacio Miguel
La demostración de este nuevo método, concebido en Málaga para rescatar a la gente de los edificios, tuvo lugar ayer en el parque de bomberos de Las Pirámides.
José María González y César Mencía le han dado vueltas y han puesto acento malagueño al concepto del científico griego hasta conseguir un sistema que permite rescatar a diez personas atrapadas por el fuego en un bloque de viviendas en sólo un minuto. Las víctimas son transportadas desde la ventana de su casa al suelo a través de una línea de acero compuesta por dos cables trenzados.Un arnés asegura al rescatado a esta especie de tirolina, «con la ventaja de que podemos controlar la velocidad del descenso y efectuar varios salvamentos simultáneos sin que las personas suspendidas en el aire choquen entre sí», explica José María, el padre de la idea. «Los bomberos podrían utilizarlo enganchado a sus escalas, agilizando los rescates –narra el creador–. Es más peligroso cruzar la calle por un paso de cebra que emplear este sistema».

Hace 30 años, la televisión mostró un terrible incendio en un edificio de Brasil que gestó en la cabeza de José María la idea de que había que «hacer algo». Y César ha puesto su saber en ingeniería, su soplete y su garaje al servicio del ingenio.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento