España se impuso a Francia en Saint-Denis (0-2) sin meter la máxima velocidad de la que es capaz, sin necesidad de forzar en el juego de toque y trenzado que ha caracterizado a la campeona de Europa, que rompió una racha de casi 42 años sin ganar en territorio galo.

Si la primera parte fue la que sirvió para que el combinado español finiquitara el partido, tras el descanso el partido ganó en vistosidad, animado por el carrusel de cambios al que procedió Del Bosque. España tuvo más el balón y Francia naufragó todavía más, pendiente de una grada que silbó a los suyos y acabó coreando a España, con "olés", a los pases de un equipo que renunció a meter la directa.

"Un equipo de otro planeta"

El francés Thierry Henry se rindió a la superioridad de España y aseguró que el equipo que entrena Vicente del Bosque "es de otro planeta".

"Con el Barcelona no estoy acostumbrado a correr detrás de la pelota. España, junto con Brasil, tiene que ganar el Mundial (...) Este equipo de España me recuerda a la Francia de hace unos años que jugaba como lo hacen ellos ahora", aseguró.

"Hoy en el campo hemos visto a un equipo que puede ganar el Mundial y a otro que tiene que trabajar para hacer un buen papel en el Mundial", agregó.

El jugador lamentó el mal juego de su equipo y señaló que todavía pueden subir su nivel de cara al Mundial. Además, el delantero azulgrana dijo comprender los silbidos del público ante el mal juego del equipo.

"Han silbado cada cambio y también al seleccionador. Ellos vienen a ver un buen partido y no lo hemos hecho. El público de París es así, está muy feliz cuando ganas y es muy duro cuando pierdes", señaló.

Del Bosque, exigente

El seleccionador español, Vicente del Bosque, valoró positivamente el triunfo conseguido y aseguró que fue "una victoria bonita", aunque explicó que deben seguir trabajando y no caer en el favoritismo.

"Ha sido una victoria bonita y ha habido cosas buenas y malas. Nosotros somos exigentes y queremos siempre lo mejor para el grupo. Ahora debemos seguir trabajando", manifestó con humildad el técnico salmantino tras el choque ante el combinado galo.