La ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) fue todo un filón para el Ayuntamiento de Madrid. Pero quizá tenga que devolver parte del dinero recaudado. Un juez declaró nula esa extensión de los parquímetros, lo que abre las puertas para que los madrileños reclamen el dinero de las multas, los tiques o las tarjetas verdes.

En total, el Ayuntamiento habría ingresado "de forma indebida" 246,1 millones de euros con la ampliación en el periodo declarado nulo (de 2006 a 2009), según estimaciones del colectivo antiparquímetros basadas en las cuentas municipales. Esa cantidad equivale al presupuesto anual de concejalías como Familia y Servicios Sociales (260 millones en 2010) o Urbanismo (251 millones), y es una quinta parte del dinero disponible en Seguridad y Movilidad (1.115 millones).

Legal desde 2009

Un decreto municipal de febrero de 2006 amplió los parquímetros más allá del centro de la capital, creando tres nuevas zonas. Sin embargo, el TSJM anuló el decreto en 2008, dejando sin efecto la ampliación. Poco después, el Ayuntamiento solventó el "defecto de forma" aprobando una tasa que entró en vigor el 1 de enero de 2009. A partir de esa fecha, la ampliación vuelve a ser legal, aunque también ese periodo está pendiente de una resolución judicial que se fallará, previsiblemente, en 2011.

En virtud de la sentencia del TSJM, los madrileños pueden reclamar la devolución del importe de los tiques expedidos por los parquímetros de zona azul o verde, el dinero de las tarjetas verdes de residente o las multas por aparcar en zona SER sin tique o tarjeta, siempre que se hubieran cobrado entre 2006 y 2009. De hecho, la pasada semana un juez obligó al Ayuntamiento a reembolsar una multa a un vecino de Carabanchel.

De los 246,1 millones recaudados por el Consistorio con la ampliación en esos tres años, la mayor parte se cobró en multas por aparcamiento (177,2 millones). Los tiques supusieron 61,8 millones, la mitad de ellos en la zona 5 (Chamartín y Hortaleza); y los ingresos por el pago de distintivos verdes se estiman en 7,1 millones. Pese a esta recaudación, los antiparquímetros creen que el SER "es un despilfarro y en algunos barrios incluso no resulta rentable". Por su parte, el área de Movilidad evita hablar del tema.

'Overbooking' en la zona verde

Los vecinos que viven en zonas verdes del SER tienen que pagar por la tarjeta de residentes para aparcar en la calle, pero eso no les asegura que tendrán hueco. De hecho, la mitad de los residentes con distintivo no tienen plaza: el Ayuntamiento vende tarjetas para 233.500 coches, pero sólo hay 132.000 lugares para estacionar. Con este overbooking el Consistorio recauda 2,2 millones extra al año. El área de Movilidad explica que "no se limitarán las tarjetas porque todos tienen derecho a poder aparcar y no se pueden crear más plazas en la calle".