El objetivo, aseguró Sánchez Pingarrón, es contar con informes, estudios y asesoramiento técnico "en un momento crucial en la política de agua, que será determinante para los próximos años" ya que "estamos asistiendo" a la nueva planificación hidrológica nacional, donde se definirán los diferentes planes de cuenca, y en ese proceso es importante para Castilla-La Mancha contar con esos datos y estudios porque hay que tener en cuenta que la región está afectada por siete demarcaciones hidrográficas.

Además, el consejero subrayó que existe la necesidad de definir adecuadamente el ámbito territorial de las diferentes demarcaciones hidrográficas en lo que afectan a Castilla-La Mancha, sobre todo en el caso de las cuencas del Júcar y del Segura, informó la Junta en nota de prensa.

El apoyo del CREA, aseguró, "es también necesario para un mejor conocimiento de la situación hidrológica que afecta al Trasvase Tajo-Segura, tanto en la situación de la cuenca cedente (la cabecera del Tajo), como de la cuenca receptora del Segura".

El convenio está dotado con 357.680 euros, de los cuales la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda aportará 199.980 y la Universidad de Castilla-La Mancha, 157.700.

Trabajos del crea

Mediante este convenio, el CREA actualizará los estudios socioeconómicos disponibles de uso del agua en las principales cuencas de interés para Castilla-La Mancha incidiendo especialmente en la repercusión de los costes energéticos y en los nuevos escenarios agrarios y ambientales.

Además, profundizará y contrastará los estudios de demandas hídricas para los diferentes usos en Castilla-La Mancha.

También asesorará y elaborará información sobre los documentos de trabajo generados en el proceso de planificación hidrológica, incidiendo en aspectos técnicos relativos, principalmente, a demandas hídricas, estudios socioeconómicos y delimitación de cuencas.

Por otro lado, realizará un seguimiento y emitirá informes sobre la situación hídrica/hidrológica del Trasvase Tajo-Segura, tanto atendiendo a la situación de los embalses de cabecera como a la situación de la cuenca receptora.