Era su prueba de fuego: la primera vez, desde que llegó a Zarzuela hace seis años, que la Princesa Letizia afrontaba un viaje en solitario al extranjero y tomaba las riendas sin el apoyo de su marido, el Príncipe Felipe.

Mientras éste asistía en Montevideo a la toma de posesión del nuevo presidente uruguayo, José Mujica, ella, separada por todo un océano y más de 11.000 kilómetros de distancia, asistía como invitada de honor a la entrega del tercer Premio Eva Luise Köhler de Investigación sobre Enfermedades Raras, que se celebró este lunes en Berlín.

Con un sobrio atuendo –abrigo negro y vestido azul oscuro de ojo de perdiz diseñado por Felipe Varela–, pero con una continua sonrisa, Letizia hizo frente al rigor invernal berlinés para encontrarse con el alcalde de la capital alemana, Klaus Wowereit, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009, y los otros dos alcaldes del Berlín unificado.

Discurso en español

Después, un almuerzo en el palacio presidencial de Bellevue con la esposa del presidente alemán. Y, finalmente, la ceremonia del citado premio, en el que pronunció un discurso en español, según lo acordado, si bien en el resto de los encuentros habló en inglés. No estuvo sola del todo; viajó acompañada por la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y el embajador de España en Alemania, Rafael Dezcállar. A juzgar por los resultados, ha aprobado con nota alta.