Las enfermas de esclerosis (una enfermedad del sistema nervioso central que interrumpe la transmisión de impulsos entre el cerebro y los nervios) son dos enfermeras y una médico, según fuentes de los afectados.

Al menos una treintena de sanitarios, la mayoría mujeres, fueron diagnosticados, en el último trimestre de 2003, con enfermedades del tiroides. El colectivo sospecha que este ‘brote’ tiene que ver con una fuga radiactiva de la unidad de medicina nuclear, que estuvo en obras en el mismo periodo. Anuncian que pedirán las mediciones de radiactividad nuclear en el hospital.

Tres enfermas, con nombres supuestos

Blanca

Enfermera de la Maternidad, 37 años

«Mi compañera cayó enferma en septiembre de 2003 y yo en octubre. Las dos teníamos nódulos en el cuello. Fui al médico, me hicieron una punción y me dijeron que había tejido cancerígeno en el tiroides. Me lo extirparon en enero de 2004. Me he quedado sin tiroides, con medicación de por vida, con falta de calcio y debo pasar dos controles al año con iodo radiactivo. En el hospital no nos han hecho ni caso».

Clara

Enfermera de la Maternidad, 46 años

«Me diagnosticaron tiroiditis autoinmune en noviembre de 2003. Estoy convencida de que hubo un factor desencadenante que nos hizo enfermar. Hemos caído todos los que trabajamos en dos plantas, una sobre otra, en un plazo de solamente un par de meses. Sospecho de un polvo radiactivo en el ambiente tras las obras en medicina nuclear. Nos están ninguneando a todas. Quieren que no hablemos».

Sara

Auxiliar de enfermería, 48 años

«En septiembre de 2003 me dijeron que tenía una adenopatía tiroidea. Derivó en tiroiditis una temporada, pero ahora estoy mejor. No sé qué pudo pasar, pero sí que somos muchísimos los trabajadores enfermos, tantos que ni siquiera nos conocemos entre nosotros. La dirección del hospital y el comité de empresa nos miran mal. Tengo miedo a represalias».