Los profesionales del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) que se han encargado de coordinar el trabajo son Ana Isabel Rigueira García y Luis Sánchez Álvarez, responsables de los Servicios de farmacia de las Gerencias de Atención Primaria de las áreas III y V, respectivamente, según informó el Principado en una nota de prensa.

El objetivo del estudio era conocer los valores de ingesta de calcio (dietético y medicamentoso) en mujeres a tratamiento con fármacos para la osteoporosis, así como los problemas que pueden estar relacionados con el uso de estos medicamentos, y particularmente aquellos inconvenientes que puedan estar relacionados con ingestas inadecuadas de calcio.

Los tratamientos con fármacos para la osteoporosis requieren para ser efectivos que las pacientes tengan ingestas adecuadas de calcio y vitamina D. Esto hace necesario un esfuerzo extra de los profesionales sanitarios en la valoración del buen seguimiento del tratamiento.

Debido a que el uso de medicamentos para la osteoporosis es muy frecuente en la población femenina, especialmente tras la menopausia, las gerencias de Atención Primaria de Avilés y Gijón y el Colegio de Farmacéuticos de Asturias decidieron llevar a cabo este estudio.

Paralelamente, las oficinas de farmacia realizaron una labor informativa sobre hábitos saludables y uso adecuado de los medicamentos para hacer frente a la osteoporosis.

En total se recabaron datos de 794 mujeres. El estudio ha servido para constatar que un 35,8 por ciento de las mujeres tenían ingesta inferior a la recomendada en este grupo de personas (1.200 mg. por día), aunque parece que este porcentaje es inferior en la zona rural por el seguimiento de dietas más ricas en calcio.

Además, otro 21 por ciento de mujeres tenía diversos problemas relacionados con los tratamientos antiosteoporosis como: duplicidad de prescripción de vitamina D, tabaquismo, interacciones farmacológicas potencialmente peligrosas.

La colaboración entre atención primaria y las oficinas de farmacia es muy útil para poder detectar problemas en los tratamientos y mejorar el uso seguro de los medicamentos.