En declaraciones a Europa Press, el autor explicó que se trata de una novela que "agrupa misterio, historia, aventuras, la obsesión del delirio de la identidad, y el dolor". Santiago Boroní y Dana Serfati, historiadores y amigos, coinciden en Tel- Aviv en un congreso. Inestable psicológicamente por una tragedia reciente, Santiago comienza a hablar en una lengua desaparecida y afirma llamarse Jamaica, un nombre que posteriormente Dana encontrará en un documento del siglo XVII.
La historia está ambientada en Israel, París y Granada, y recorre un periodo temporal desde el siglo XVII hasta la actualidad. En este sentido, Fajardo explicó que la labor de documentación ha sido "extensa y dura por tener que abarcar distintas épocas, ambientes, lugares, y países, algunos conocidos y otros no".
A ello se suman los problemas de lenguaje que Fajardo aseguró tener. "Es complicado construir un lenguaje homogéneo teniendo en cuenta que hay una voz que habla en primera persona en el siglo XXI y otra que lo hace en el siglo XVII", justificó.
El peso de la novela se centra según el autor en los personajes, y no en las anécdotas. "El reto era conseguir que emerja lo que está dentro de nosotros", explicó el autor sobre la construcción de los protagonistas.
El autor pretendía jugar con "el loco cuerdo y el cuerdo que se contagia de la locura", apuntó. En ese sentido, señaló que ha intentado ofrecer "una reflexión sobre el otro", es decir, Santiago enloquece porque ha sufrido dos grandes golpes en su vida. Por un lado, la muerte de su mujer por un cáncer y, por otro, la de su hijo en un accidente de trágico.
Asimismo, reconoció que ha trasladado su intención por ofrecer una reflexión sobre el otro a él mismo. De esta manera se ha tenido que meter en la piel de una mujer durante cinco años para abordar la novela que está escrita en primera persona por Dana.
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