Educación "socializa" a unos 130 menores que viven en zonas rurales para que su incorporación a Primaria sea normalizada

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía "socializa" este curso 2009-2010, gracias al Programa de Educación Infantil en el Medio Rural, a unos 130 niños andaluces de 3 a 6 años que viven en núcleos aislados o pedanías rurales para que su incorporación al primer ciclo de Educación Primaria sea "lo más normalizada posible".

Según explicó a Europa Press la directora general de Participación e Innovación Educativa, Aurelia Calzada, este programa es una "auténtica apuesta por la equidad" en educación que permite que estos niños, "vivan donde vivan, sea en un cortijo o en una aldea, se incorporen a la escolarización de tres años para que su formación esté ya normalizada y cuando lleguen al primer curso de Primaria no tengan ningún tipo de laguna formativa o problemas de socialización".

Con este objetivo, un total de 18 profesores itinerantes se desplazan por 29 núcleos rurales impartiendo clases de Infantil a cerca de 130 niños en estas circunstancias, convirtiendo así el programa en "una de las señas de identidad" de la Administración educativa y que, pese a que comenzó como "experiencia piloto" en el curso 1986-87, se ha continuado manteniendo en el tiempo debido a "los excelentes resultados" obtenidos desde entonces.

De hecho, una de las apuestas "más importantes" del citado programa es que "no sólo se trabaja con los pequeños, sino también con las familias". En este sentido, Calzada indicó que los padres de los menores también se benefician de este tipo de educación porque "están muy presentes" en el proceso de escolarización y "comparten con el profesorado la educación en valores de sus hijos".

Además, reciben orientaciones específicas para prestar su colaboración en las tareas educativas de sus hijos y se les facilitan materiales didácticos para su utilización en el seguimiento de las programaciones de actividades que se realizarán hasta la próxima visita del docente. "Es fundamental la alianza de las familias", recalcó la directora general.

Gracias también a los núcleos de formación que se crean entre las zonas rurales próximas y en los que se agrupan los niños para dar las clases, éstos pueden "salir del aislamiento" en el que viven, "donde sólo se relacionan con mayores, y compartir experiencias de igual a igual". Para Calzada, esto es algo "elemental", ya que el pequeño "comienza a aprender, dentro de su fase lógica de egocentrismo, que no sólo existe la palabra mío y empieza a compartir la palabra nuestro".

Precisamente, una de las características más destacadas de los niños que viven en zonas rurales y se acogen a este programa es la "gran madurez y los conceptos tan avanzados para su edad" que presentan ante determinados hechos de la vida cotidiana.

Por ello, según la directora general de Participación e Innovación Educativa, es "básico" que convivan y se relacionen con otros iguales, ya que, de esta manera, cuando entran en el colegio en el primer curso de Infantil "lo hacen de forma normalizada y siguiendo el ritmo de aprendizaje que la normativa contempla".

La importancia de la compensación educativa

En definitiva, se trata de un programa de compensación educativa por el que la actividad docente tiene lugar bien en el propio hogar del pequeño, o bien en algún local que pongan a disposición la aldea en colaboración con la Delegación Provincial de Educación donde se agrupa a los niños en función de la proximidad de los núcleos que se atienden.

Así, gracias a la itinerancia de los profesores, cuyos desplazamientos se incluyen dentro de la jornada laboral de los mismos, estos niños reciben la formación básica necesaria para sus respectivas edades antes de incorporarse a los colegios públicos rurales, a los que pertenecen la mayoría de los citados núcleos.

De hecho, los maestros y maestras que intervienen en este programa están apoyados por los Equipos de Orientación Educativa de la zona correspondiente y actúan en coordinación con los centros docentes de la comarca, próximos receptores de estos escolares cuando alcancen la edad de escolarización obligatoria.

No obstante, y aunque la escolarización de 3 a 6 años no es obligatoria para las familias, Calzada quiso hacer un llamamiento a las familias que desconocen el programa, animándoles a formar parte de "una de las inversiones más sociales" de las que a día de hoy dispone la Junta, razón ésta por la que Educación seguirá promoviendo este programa hasta que pueda alcanzarse en el medio rural la total escolarización de los escolares de 3 años.

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