El BNG de Sanxenxo entregó hoy en el Rexistro Xeral de la Xunta de Galicia 1.508 firmas de los vecinos de la parroquia de Vilalonga(Pontevedra) en apoyo a la iniciativa parlamentaria, presentada por el diputado nacionalista Bieito Lobeira, para conseguir el cierre y traslado de la "obsoleta" subestación eléctrica de Fenosa que está situada en el casco urbano.

En este sentido, el portavoz del BNG en Sanxenxo, David Otero, señaló que "es el momento adecuado" para cerrar la subestación y llevarla al polígono industrial de Nantes, en donde está en marcha la construcción de una nueva subestación, situada a unos 3,5 kilómetros de la actual. Para Otero, la planta "está creando serios problemas e impide el crecimiento de Vilalonga".

Según Otero, las firmas demuestran el "rechazo" de los vecinos a las reformas de ampliación que se quieren realizar "en una planta que fue creada en el año 1967". Asimismo, criticó a la Xunta porque "no está tomando en serio una reivindicación popular que viene de muy atrás".

Por su parte, el diputado del BNG Bieito Lobeira se refirió a "la preocupación social objetiva" de esta reivindicación, que a su parecer, se basa en el principio de cautela que "debe guiar las actuaciones de la administración pública en situaciones que suponen un riesgo para la salud pública".

Además, Lobeira indicó que el BNG recibió ayer una comunicación oficial de la Consellería de Industria donde se afirma que el actual "es el mejor lugar para asegurar el suministro", lo que juicio de Lobeira, "es una aberración" debido a los diferentes cortes de luz y problemas ocurridos en los últimos tiempos como el incendio que tuvo lugar en al subestación el pasado mes de diciembre.

Finalmente, Otero recalcó que durante los diez años de gobierno en Sanxenxo del Partido Popular "nunca hizo nada por solucionar esta situación". Así, subrayó que están "expectantes" sobre la futura visita a la localidad del conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, quien había anunciado que iría el día 1 de febrero pero finalmente fue aplazada.

Peligro para la zona

Asimismo, Otero se refirió al "miedo" existente entre los vecinos sobre las posibles consecuencias de la subestación, que según dijo, "ya forma parte del decorado de la zona, pero en el siglo XXI no tiene cabida en un centro urbano".

Así, Lobeira expresó que "no es lógico" que la subestación se encuentre al lado de una gasolinera y rodeada de casas. En este punto, remarcó que en una de esas casas "murieron cuatro personas de cáncer en poco espacio de tiempo".

Por este motivo, los vecinos encargaron un estudio a una empresa para medir la cantidad de electromagnetismo de la zona, el cual obtuvo como resultado, según destacó Lobeira, que en el lugar "existe riesgo real para la salud pública".

"No somos científicos para decir que existe una relación causal entre las muertes y la situación de la subestación, pero creemos que debe prevalecer el principio de cautela y de precaución", sentenció el diputado del BNG.