Un joven aceptó hoy cumplir un total de 38 años de cárcel por violar y matar a cuchilladas a una mujer de 73 años en el domicilio de la víctima el 9 de noviembre de 2007 en Pinoso (Alicante), mientras el marido de la anciana —que se encontraba impedido— se encontraba en el interior de la vivienda. El acusado, que tenía una relación de amistad con la víctima, reconoció hoy los hechos y aceptó la pena solicitada por el ministerio fiscal.

Durante la vista oral celebrada hoy en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, el fiscal modificó la pena que solicitaba inicialmente para Thimothy G.K. —de 19 años en el momento de los hechos— y aumentó en tres años la solicitud de prisión en relación con el delito de asesinato.

Así, el acusador público mantuvo la pena de 14 años de prisión por el delito de agresión sexual, así como la de tres años por el de robo, y pasó de pedir 19 a 21 años de cárcel por el delito de asesinato. Del mismo modo, la Fiscalía solicitó una indemnización por responsabilidad civil de 212.000 euros para el hijo de la fallecida.

Por su parte, la acusación particular, —que reclamaba inicialmente 45 años de prisión, se sumó a la pena pedida por el fiscal, después de que el acusado mostrara su conformidad con los hechos.

Durante el juicio, Thimothy G.K., mostró su conformidad con el relato del fiscal que considera probado que sobre las 1.00 horas del 9 de noviembre de 2007 el acusado se presentó en el domicilio de la víctima, tras avisarla telefónicamente, y le dijo que quería pasar la noche en la casa.

Una vez allí, el acusado cogió un cuchillo de cocina y obligó a la víctima a trasladarse a otra habitación donde la apuñaló en diferentes partes del cuerpo y la postró en la cama, donde la violó para seguir apuñalándola más tarde. La mujer falleció, como consecuencia de la múltiples heridas sufridas por arma blanca, a causa de una hemorragia aguda.

Acto seguido, el acusado se acercó al marido de la fallecida y le exigió que le diera todo el dinero que tuviese, por lo que se hizo con 500 euros y dos teléfonos móviles, valorados en 49 euros cada uno.

Thimothy G.K. manifestó al finalizar la vista que estaba "muy arrepentido" por su acción y que asumía "todo" lo que había hecho. En el momento en que finalizaba el juicio, cuando el acusado era conducido por la Policía hacia el exterior de la sala, una familiar de la víctima se abalanzó en dirección a él, al tiempo que le gritaba "por qué lo hiciste" de forma reiterada. Esta mujer tuvo que ser sujetada por un agente hasta que se desalojó la sala y el acusado salió del edificio.