Estas cárceles, controladas por la CIA y apodadas ‘puntos negros’, están situadas en Afganistán, Tailandia y varios países de Europa del Este. Sólo el presidente Bush, algunos altos cargos de su Gobierno y miembros de los servicios secretos estadounidenses y de los países donde están ubicadas conocen su existencia, señala The Washington Post.

En ellas son encarcelados importantes miembros de Al Qaeda capturados por los EE UU. El diario estadounidense, que cita fuentes de la CIA, asegura que en estos ‘puntos negros’ hay unos 30 presos. Están aislados del mundo exterior, no tienen derechos legales reconocidos y nadie, a excepción del personal de la CIA, puede hablar con ellos o visitarlos.

En condiciones ilegales El diario, que no ha querido citar los países europeos donde se encuentran, señala que la Administración Bush ha creado estas ocho cárceles en el extranjero porque en los EE UU es ilegal que los presos sufran las condiciones de aislamiento que sí padecen en estos centros especiales.

Un soldado mató a sus superiores

Un soldado norteamericano que ha servido en Irak, Alberto Martínez, podría ser condenado a muerte si el tribunal militar que lo juzgará en las próximas semanas concluye que asesinó a dos de sus superiores. El Ejército de los EE UU asegura que ha encontrado pruebas suficientes que demuestran que el sargento Martínez usó una mina antipersona y tres granadas para matar por venganza a un capitán y a un teniente. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de junio en la localidad iraquí de Tikrit.