"Una de las escenas más dantescas de la historia negra de la comunidad", como la ha calificado algún medio, rompió este jueves la tranquilidad de la calle Benavides de Órbigo, en una zona residencial de San Martín de Valdeiglesias (8.000 habitantes). A primera hora de la tarde la policía local encontró los cadáveres de dos niños y su padre en el salón de una casa. De origen taiwanés, habían fallecido hacía casi un mes y desde entonces, la madre y otros tres menores convivían con los cuerpos inertes día y noche.

Josefina Blázquez, vecina de la familia, no ha pegado ojo en toda la noche. No entiende por qué no han pedido ayuda. "Eran humildes, educados, agradecidos...", explica, "aunque últimamente se veía que pasaban necesidades". Al parecer, el padre, Pi Kun Lee, de 46 años, había perdido su empleo en una empresa de exportación de Alcorcón, donde trabajaba como representante de productos chinos.

Algo debió de pasar a mediados de noviembre, cuando los niños dejaron de ir al colegio. Eran estudiantes "brillantes". Su ausencia hizo saltar las alarmas y se activó el protocolo de absentismo escolar. No era la primera vez que la Policía local acudía al domicilio para ver si había alguien dentro. Las cuatro veces anteriores se habían encontrado la casa cerrada a cal y canto. Pero este jueves, un vecino vio a una de las niña asomarse a la ventana y llamó a la Policía.

En un colchón

En la vivienda, los agentes se encontraron una imagen escalofriante. En un colchón en el salón, yacían el padre, un niño de 9 años y una niña de cuatro envueltos en una manta. Junto a ellos, también en el colchón, una niña de 11 años y un niño de 6, vivos. Tanto ellos como la madre, de 44 años, y la niña de 14 a la que el vecino vio, llevaban casi un mes "viviendo única y exclusivamente en el salón". El resto de la casa estaba "en perfectas condiciones, impoluta", asegura un portavoz del Ayuntamiento.

Precisamente por eso, a los encargados de la investigación les extraña el desorden en la estancia. En el comedor, donde sólo había un colchón y una mesa, había restos de comida en el suelo (arroz, tallarines y una tarta mohosa, además de zumos) y muchas bolsas de basura. La familia también hacía sus necesidades ahí. "El hedor era insoportable".

Ni los niños ni la mujer opusieron resistencia cuando los sacaron de la habitación, pero la mayor de las niñas insistía: "No paséis, os podéis infectar". Fuentes cercanas a la investigación aseguran que "estaban convencidos de que los fallecidos tenían algún tipo de virus".

La madre era la que peor estado presentaba, "con síntomas de depresión profunda y debilitamiento". Los niños estaban "en un completo estado de dejadez y mal nutridos: sucios, con las uñas largas y con la ropa hecha harapos". Los servicios médicos  los trasladaron al hospital de Alcorcón para practicarles los análisis correspondientes. Este viernes han sido dados de alta y la Comunidad de Madrid ha asumido su tutela.

"Ellos tienen sus creencias..."

Josefina está cansada ("creo que voy a desconectar el teléfono, porque desde ayer no para de sonar") y "sorprendida por las cosas que se están diciendo". Se refiere a las hipótesis que manejan algunos medios, como que un "curandero" o "brujo taiwanés" convenció a la familia de que sus seres queridos no habían muerto. "Yo no he visto venir a nadie, a ningún curandero. Nunca recibían visitas", asegura. "Ellos tienen sus creencias...", reflexiona, intentando entender qué motivó a la familia Kun Lee.

"Puede existir un curandero, pero si es así tendremos que encontrarlo", dice la Guardia Civil a 20minutos.es. "Desconocemos su cultura. No sabemos si su religión dice que cuando alguien muere hay que velarlo de una manera o de otra", añade.

En la  misma dirección apunta el Ayuntamiento (PP): "No hay un chamán. No había altares ni flores ni reclinatorios para rezar. Tampoco había indicios que apunten a que hubo rituales o a que se había practicado brujería". El Consistorio asegura que en la casa sí se han encontrado productos de medicina tradicional china y que se está buscando al médico para saber qué les recetó, pero pide cautela: "No tiene por qué estar relacionado con las muertes. La medicina tradicional china es milenaria y en los paises orientales está tan extendida como aquí la occidental".

El Ayuntamiento cree el suceso  puede estar relacionado con alguna tradición religiosa "llevada al extremo". En todo caso, habrá que esperar a que la autopsia aclare qué los mató y la investigación explique qué motivó al resto de familiares a permanecer día y noche junto a los cadáveres. Lo que sí se ha descartado es que murieran de una enfermedad infecciosa.

Una intoxición alimentaria

Según los primeros resultado de las autopsias, que han determinado que primero murió el padre hace aproximadamente 12 días, una intoxicación alimentaria pudo ser la causa de la muerte de los tres miembros de la familia Kun Lee, según la Guardia Civil. No obstante, no se descarta que sufrieran alguna enfermedad y las causas exactas de la muerte sólo se sabrán cuando se tengan los resultado de las pruebas que han pedido los forenses, que se pueden demorar varios días.

La Guardia Civil continúa tomando declaración a los testigos y prevé hacerlo en cuanto sea posible a los tres hijos del matrimonio que sobrevivieron, así como a la madre. Ha precisado que ésta continúa ingresada porque presenta problemas psicológicos, lo que ha sido confirmado por el hospital de Alcorcón.

El Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias ha declarado día de luto oficial este viernes debido al "desgraciado y luctuoso acontecimiento acaecido en la localidad".

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