Los españoles detenidos en Grecia durante las protestas convocadas con motivo del aniversario de la muerte de un manifestante, Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, el 6 de diciembre de 2008 por disparos de la Policía, ya suman cinco.

Atenas y otras ciudades griegas han sido escenario en la tercera jornada de la ola de protestas de nuevas manifestaciones y de actos vandálicos.

Desde que comenzaran los disturbios el pasado sábado han sido detenidas unas 1.000 personas, entre las que se encuentran cinco españoles, por su presunta implicación en actos de vandalismo y enfrentamientos con la Policía.

Este lunes se reunieron en Atenas unas 4.000 personas, que se manifestaron de forma pacífica ante el Parlamento para recordar al joven fallecido. Al margen de esta manifestación, grupos de radicales encapuchados y armados con piedras, palos y bombas incendiarias arremetieron contra las fuerzas policiales y causaron daños materiales en escaparates, vehículos y cajeros automáticos.

Consecuencias de los disturbios

Las fuerzas anti-disturbios respondieron con gases lacrimógenos y detuvieron a 30 personas, entre ellas tres españoles, que se suman a los dos ciudadanos españoles, una mujer y un hombre (aunque en un principio se informó de que eran dos mujeres), que ya habían sido arrestados los días anteriores.

Por otro lado, unas 22 personas detenidas el sábado en el suburbio ateniense de Keratsini por posesión y fabricación de explosivos, entre ellos una española, comparecieron este lunes ante un tribunal.

Otras 41 personas, incluyendo a un segundo ciudadano español, afrontaron también este lunes cargos de ocupación ilegal de lugar público.

También han resultado heridos en estos tres días de disturbios un total de 29 policías y 5 viandantes.