Avatar, la espectacular epopeya fantástica y de ciencia-ficción escrita y dirigida por James Cameron, será la película más cara de la historia del cine, al menos en cifras actuales sin tener en cuenta la inflación. Su presupuesto es de 500 millones de dólares, 350 para su realización más la inversión de otros 150 en publicidad, según datos que revela el New York Times.

El mismo James Cameron ya convirtió a la oscarizada y taquillera Titanic en una de las producciones de más alto coste en su momento, hace doce años y con más de 200 millones de dólares, sin tener en cuenta los gastos de promoción.

Tecnología puntera

Para la materialización de Avatar, el mismo director no sólo ha invertido 15 años sino que además ha tenido que poner dinero de su propio bolsillo. Y los estudios 20th Century Fox, viendo que la inversión iba a ser tan elevada como arriesgada, buscaron otras compañías que les ayudaran a financiar el proyecto.

La superproducción necesitará de un gran taquillazo para empezar a dar beneficios como, por ejemplo, generar unos 400 o 500 millones de ingresos sólo en su exhibición comercial en las salas estadounidenses.

Ante la posibilidad de que sea un fracaso económico, Cameron ya tiene prevista otra opción rápida para intentar recuperar la inversión: vender la tecnología de efectos visuales y en 3D desarrolladas expresamente para el filme a otros estudios.

Avatar tiene previsto estrenarse en España el 18 de diciembre.