El 40,7% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales ocurridos en España en 2008 se produjeron en condiciones de baja visibilidad. Así lo señala un informe sobre iluminación y visibilidad en la conducción invernal elaborado por el Real Automóvil Club de España (RACE) y Bosch que se ha hecho público este jueves.

El estudio se ha realizado sobre una muestra de más de 3.500 conductores, a los cuales se les ha preguntado sobre alumbrado y visibilidad bajo circunstancias climatológicas adversas.

Los datos estadísticos muestran como el 18,4% de los accidentes mortales se producen bajo condiciones atmosféricas desfavorables, principalmente la lluvia, y un 56% de los atropellos tiene lugar en horarios nocturnos. Para los responsables del RACE y de Bosch, este registro es llamativo, ya que en ese tramo horario se reduce considerablemente la circulación de personas y de automóviles.

Sobre el mantenimiento, los resultados muestran como el 65% de los encuestados cambia las lámparas sólo cuando se funden, lo que significa que no existe un mantenimiento periódico ni preventivo. En un 9%, el conductor revisa sus lámparas entre uno y tres años o entre 20.000 y 60.000 kms, y un 24% confía este mantenimiento a las revisiones del fabricante. Lo recomendable, según señala el estudio, es revisar y sustituir las lámparas cada 40.000 kms.

A este respecto, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, señaló durante la presentación del informe que "falta una cultura de viaje en automóvil en España como la que tienen los conductores de países centroeuropeos que vigilan y controlan regularmente los elementos fundamentales de la seguridad vial".

Santa Cecilia añadió que los resultados del informe ponen de manifiesto que "los coches llegan al taller en muy mal estado en lo que respecta a estos elementos de iluminación y visibilidad, y eso es una tendencia que hay que cambiar". Asimismo, el informe destaca que más de un millón de conductores circulan con escobillas en tan mal estado que al accionar el limpiaparabrisas pueden recorrer cientos de metros totalmente a ciegas.