La crisis está haciendo mella en los ingresos municipales. Las cuentas no cuadran y la entrada de dinero está disminuyendo en casi todas las áreas, salvo en uno: el de las multas de tráfico.

Hasta el 30 de septiembre, el Ayuntamiento ha recaudado por multas 3,6 millones, nada menos que un 51% más de lo que tenía previsto para todo el año (2,4 millones), según el estado de ejecución del Presupuesto municipal.

Pero no sólo eso. La cifra de los 2,4 millones previstos para este año ya era un 33% más que lo que se presupuestó el año pasado. Es decir, el Ayuntamiento ya tenía previsto recaudar este año 600.000 euros más que en 2008, gracias a la sanciones por incumplir las normas de tráfico.

La gran baza con la que cuenta el Consistorio son los radares, seis de ellos vigilan los semáforos en rojo (Poniente, Don Sancho, paseo de Zorrilla, avenida de Salamanca, avenida de Soria, Juan Carlos I y salida a Fuensaldaña), y el resto son de velocidad. El año pasado, los primeros multaron a 11.048 vehículos y los segundos a 21.862.

A éstos hay que sumar la infracciones detectadas por el multamóvil, que pilló a 7.368 coches en doble fila. La cuantía de la sanción varía desde los 150 a los 600 euros, aunque si se paga antes de que hayan pasado 30 días desde la notificación, el infractor se beneficia de un 30% de descuento.

Cuadrar las cuentas

La acción conjunta de los agentes municipales, los radares, la zona azul y el multamóvil permiten a las arcas municipales compensar la caída de otras partidas. De hecho, la Concejalía de Hacienda ya ha avanzado que el Ayuntamiento dejará de ingresar este año unos 34 millones de euros que ya tenía previstos al caer la recaudación, la venta de suelo y las transferencias directas del Estado.