El Congreso de los Diputados ha autorizado, con el único voto en contra de IU, el envío de 220 militares a Afganistán, solicitado por la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien ha afirmado: "Vamos más para regresar antes".

Tras más de cuatro horas de debate, por 37 votos a favor y uno en contra (del diputado de IU Gaspar Llamazares), la Comisión de Defensa de la Cámara Baja ha dado el visto bueno a la petición de enviar 220 militares para reforzar la seguridad del contingente español desplegado de forma permanente, actualmente integrado por 778 soldados. La cifra de soldados ya había sido adelantada por el Gobierno  a principios de septiembre.

La ministra ha cifrado en 20,8 millones de euros el coste del envío de los 220 militares, que se ubicarán en Qala e Naw, y ha asegurado que "debemos permanecer en Afganistán ahora mismo" porque "el trabajo que fuimos a hacer allí aún no está hecho".

"La misión en Afganistán es la más dura, arriesgada y compleja de los 20 años de misiones españolas en el exterior", ha reconocido la ministra durante su cuarta comparecencia ante el Congreso para hablar sobre Afganistán.

Nuevos blindados

Tras afirmar que la seguridad de las tropas es una prioridad, Chacón ha informado de que en las próximas semanas se enviarán a la zona los nuevos vehículos blindados RG-31, recientemente adquiridos, así como otros de tipo Lince, para sustituir paulatinamente a los BMR.

La ministra ha destacado el "excelente" trabajo de los militares españoles, que tienen "elevados riesgos", en un "escenario complejo" y en un contexto de "violencia generalizada".

Chacón ha relatado los cuatro ataques recibidos por las tropas españoles en Afganistán los pasados 2, 3, 5 y 12 de septiembre, en los que resultaron heridos leves un sargento y un cabo primero, ya dados de alta, y 13 insurgentes muertos.

Ha resaltado que si se abandonara ahora, Afganistán volvería a convertirse en "el epicentro de operaciones del terrorismo internacional a nivel global".

Llamazares, en contra

Todos los grupos han mostrado su apoyo a la propuesta del Gobierno y han pedido un debate en profundidad, salvo Llamazares, que ha criticado al Ejecutivo por no informar al Congreso al pedir la autorización sino transmitir "propaganda".

Según Llamazares, no se está dando la "afganización" pretendida, no se acaba con Al Qaeda, sino que se alimenta más el terrorismo, y la misión es "el signo más evidente del fracaso de la exportación de la democracia", porque querer centralizar un país que siempre ha tenido una estructura tribal, hacerlo "avanzar cinco o seis siglos por la fuerza de las armas" es "un esfuerzo titánico que parece imposible".