En torno a 800.000 españoles padecen la enfermedad de alzheimer en la actualidad, una cifra que está previsto se duplique en los próximo 20 años debido al progresivo envejecimiento de la población.

El principal problema de esta enfermedad, según los expertos, está en que no se conocen sus causas y, por lo tanto, tampoco la forma de combatirla eficazmente.

Para cambiar esta situación, los investigadores centran sus esfuerzos en varias líneas de trabajo: "Se intenta atacar el alzheimer desde muchos frentes por las importantes implicaciones que tiene la enfermedad", asegura María Jesús Bullido, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO).

Una de estas líneas de actuación se centra en la proteína amiloide, responsable de los acúmulos o placas que provocan las lesiones neuronales típicas del alzheimer, recuerda Bullido.

Aunque ha sufrido un revés al fallar en humanos una vacuna que sí funcionó en ratones, los esfuerzos en este camino prosiguen, asegura la investigadora.

Exceso de fósforo

Otra de las incipientes líneas de trabajo, "en la que se tienen depositadas más esperanzas", afirma Bullido, se centra en la proteína TAU citoesquelética, que provoca lesiones neuronales cuando se fosforiliza o acumula demasiado fósforo.

Sin embargo, para "identificar el origen o los mecanismos que desatan la enfermedad y poder atacarla", también es fundamental la investigación genética, especialidad de María Jesús Bullido. Precisamente ella y otra investigadora española han participado en el proyecto internacional que ha permitido identificar tres nuevos genes relacionados con el alzheimer.

"Nos encontramos en una pimera etapa en cuanto al conocimiento del alzheimer y esperamos que la investigación genética nos permita dibujar mejor su mapa de funcionamiento y ensayar tratamientos contra otros procesos de la enfermedad", concluye la experta.