Cuatro alumnos de un centro escolar en la localidad de Ansbach, en el sur de Alemania, resultaron hoy heridos, tres de ellos de gravedad, después de que un compañero de 19 años lanzara al menos una bomba incendiaria dentro del edificio.

Un portavoz policial anunció que el autor del atentado, que también resultó herido y está en el último curso de bachillerato, fue detenido poco después por agentes del orden.

Testigos presenciales señalaron, según la cadena de televisión N-TV que el joven entró en el edificio y lanzó un cóctel molotov contra un grupo de alumnos, cuyas llamas alcanzaron a los cuatro que fueron heridos, tres chicos y una chica.

Al parecer, el agresor rompió sobre las 9 de la mañana con un hacha la puerta principal del edificio para seguidamente introducirse en el mismo y culminar su ataque con la bomba incendiaria, asegura la N-TV.

La policía señaló que se desconoce aún el desarrollo exacto de los hechos y sólo ha confirmado que en el lugar hay huellas de humo y fuego.

La agresión tuvo lugar en el Gymnasium Carolinum, un histórico instituto de enseñanza media de la ciudad de Ansbach, la quinta población mas grande de Baviera.

Nada mas producirse la agresión la policía ordenó la inmediata evacuación del centro escolar y procedió a un minucioso registro por si el atacante tuviese cómplices, aunque esta posibilidad parece descartada.

Tristes precedentes

No es la primera vez que Alemania sufre la conmoción de ver un ataque a sus colegios. El pasado marzo, Tim Kretschmer, de 17 años,  se suicidió después de haber matado a 16 personas en Winnenden, el sur de Alemania.

En abril de 2002, un joven de 19 años que había sido expulsado de un instituto en Erfurt (este de Alemania) asesinó a 16 personas de su instituto, entre ellas la subdirectora, doce profesores, una secretaria y dos alumnos. Después de llevar a cabo su venganza, planeada durante meses, se suicidó.