Prohibir, regular... No hay "remedio mágico" frente a la prostitución, aunque se debate

  • Tras lo ocurrido en Barcelona, su alcalde pide una ley que la prohíba.
  • A esta petición pública se han unido los vecinos de Montera en Madrid.
  • Muchos coinciden en que las redadas no son eficaces en un asunto que, desde lo social a lo jurídico y lo económico, es muy complejo.

Desde que varios reportajes pusieran el foco más cerca de lo normal sobre una situación, la prostitución callejera, tan visible como cotidiana de la ciudad de Barcelona (extensible a cualquier otro gran núcleo urbano del país), bastantes son las voces que han pedido públicamente que se actúe, bien para regularla o bien para prohibirla.

La vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega dijo el viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que es una "cuestión compleja". Y en efecto lo es, desde el punto de vista jurídico, social, moral e incluso económico.

Así, el sábado en Barcelona, en una breve rueda de prensa en el Ayuntamiento, el alcalde de la Ciudad Condal, Jordi Hereu, pidió al Gobierno una ley que prohíba la prostitución en la calle, algo que redundaría en el "beneficio de las ciudades".

A esta voz no han tardado en unírsele desde Madrid la plataforma de vecinos de la calle Montera, una de las vías de la capital donde la prostitución es casi endémica.

La asociación Nuevos Vecinos apoya la propuesta del alcalde de Barcelona, para prohibir la prostitución callejera y aseguran que la existencia de cámaras de vídeo -instaladas desde 2008 en esa zona del centro- no disuade la explotación sexual de mujeres.

"Las redadas no son eficaces"

Por su parte, el diputado de ICV en el Congreso, Joan Herrera, ha exigido también este fin de semana al Gobierno una legislación para el ejercicio de la prostitución porque considera que, sin ella, "las redadas excepcionales" municipales no son efectivas y aumentan la "vulnerabilidad" de las prostitutas.

En rueda de prensa, Joan Herrera ha aplaudido la intensificación del control de la prostitución por parte del gobierno municipal barcelonés durante los últimos días, sobre todo con la intención de combatir las redes de prostitución que explotan a las mujeres con trabajos sexuales.

Desde otras instancias políticas, como por ejemplo el PSC o el PSM, abogan por la presión policial -contra proxenetas y clientes- ya que, dicen, no existe “un remedio mágico” para atajar el problema.

A la espera de que se legisle o no (en este sentido Zapatero rechazó el sábado prohibir la prostitución callejera, como pide el alcalde de Barcelona), esta última postura, la policial, parece ser la menos utópica. Este mismo fin de semana, en una operación conjunta de Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana, 16 personas fueron detenidas en una redada contra la prostitución en el centro de Barcelona.

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