Mario Casas y 'Carne de neón': un gallego duro en Buenos Aires

  • Tras el éxito de ‘Mentiras y gordas’ y ‘Fuga de cerebros’, Mario Casas se mete en la piel de un macarra con corazón.
  • Visitamos al actor en la capital argentina, donde rueda ‘Carne de neón’.
  • Entrevista con Blanca Suárez (actriz).
  • Entrevista con Paco Cabezas (director).
Mario Casas, caracterizado para 'Carne de neón'.
Mario Casas, caracterizado para 'Carne de neón'.
AGENCIAS
Mario Casas, caracterizado para 'Carne de neón'.

Mediodía en Belgrano, una de las zonas más tranquilas de la ciudad. Pero la calma es rota por tres jóvenes que saltan el muro de una casa. No se trata de otro asalto en la, dicen, insegura Buenos Aires, sino del rodaje de Carne de neón, una mezcla de thriller, comedia y melodrama protagonizada por Mario Casas. Tras Mentiras y gordas y Fuga de cerebros, quizá Carne de neón sea el siguiente éxito del intérprete gallego.

Incluso lejos de la cámara, a Casas le cuesta sacarse la cara de chico duro. Parece muy metido en su personaje, Ricky, un chaval de 23 años (su misma edad) que sobrevive en la calle desde que su madre, interpretada por Ángela Molina, fue encarcelada cuando era un niño. Ha robado y pasado drogas, ahora trafica con oro y cuenta entre sus amigos con travestis, chulos, yonquis y prostitutas. Pero también esconde ternura, sueña con reencontrarse con su madre y poder retirarla de su profesión de meretriz.

Adiós al adolescente

“Ojalá las niñas vayan a ver la película por mí”, explica Casas mientras enciende el enésimo cigarrillo, “pero Carne de neón no es la típica película juvenil, sino fuerte de cojones”, afirma. “Mi personaje es muy duro. Va a venirme muy bien: dejarán de machacarme con el rollo de ídolo de adolescentes”. La cicatriz en la mejilla –maquillaje, eso sí–, el gesto chulesco, la voz cascada y la ropa, similar a la de Ewan McGregor en Trainspotting o Brad Pitt en Snatch, cerdos y diamantes, así lo indican.

El actor vive su mejor momento: además de en el cine, cada vez cotiza más en televisión con Los hombres de Paco. Es portada de revistas y acosado por admiradoras, así que el trabajar en una ciudad donde nadie lo reconoce lo hace “estar relajadísimo. Antes de venirme se lo comentaba a mi madre: necesito descansar. En España hay mucho lío: el trabajo, las entrevistas y salir en tantas revistas me tocaba la moral. Si no me hubiese salido esto habría ido a Londres a aprender inglés”.

¿Y qué aprende en Buenos Aires? “Paseo y me recuerda a Madrid, pero estoy muy concentrado en el papel”, explica. ¿Y de dónde saca esa vena macarra? “De mi barrio, de mis amigos... He mamado mucho la calle y vivido cosas fuertes. Además, he estado en zonas bastante chungas por aquí y conocido a gente, figurantes, que daban miedo”. Respecto a la película, lo que Casas espera es que dé de qué hablar. “Ojalá sea un taquillazo”, comenta, “pero por el boca a boca. Que sea una película española que merezca verse, que guste el aire a cine americano que tiene. Si, además, el que salga yo puede atraer a que vengan más chavalas, bienvenidas sean”.

ENTREVISTA A...

Blanca Suárez 150Blanca Suárez (Actriz)

¿Cómo es su personaje?

Se llama Verónica y es hija de un policía. Es una lolita que usa su encanto para llamar la atención, pero también es muy vulnerable.

En El internado no aparece tan provocativa...

No, y lo llevo fatal. Poner morritos en casa no es lo mismo que hacerlo todo el rato delante de una cámara.

¿Cómo entró en el proyecto?

Había visto el corto en el que se inspira la película, y me gustó mucho. En cuanto hice la prueba con Paco supe que quería este papel.

¿Qué le pide el director?

Que sea provocativa, una chica joven que aparenta tener más edad. Si tengo que pensar en un personaje, te diría que se parece al de Uma Thurman en Pulp Fiction.

¿Cómo será la película?

Original y llamativa. Sólo con leer el guión yo ya me ponía nerviosa.

Paco Cabezas a 150Paco Cabezas (Director)

¿Por qué Buenos Aires?

Es decadente y atractiva, y para rodar es más barata que Madrid.

¿De dónde sale Carne de neón?

En 2002 casi vivía en la calle y estaba lleno de sueños:_ahí empecé a darle vueltas. También de los puticlubs de carretera:_¡son sitios repletos de historias!

¿Por qué Mario Casas?

Óscar Jaenada, el protagonista del corto, no estaba disponible, y me dijeron que Mario era muy buen actor. Me dejó pasmado: tiene talento, mucha calle y una fuerza brutal.

¿Y Blanca Suárez?

Me la presentaron y me enamoré de sus ojos. En la película la hago sufrir mucho, pero se va a lucir como actriz.

¿Cómo ve el cine español?

Hay una vieja generación que debe renovarse. Si los jóvenes queremos vivir de esto, tenemos que derrocar a cineastas más establecidos.

Mediodía en Belgrano, una de las zonas más tranquilas de la ciudad. Pero la calma es rota por tres jóvenes que saltan el muro de una casa. No se trata de otro asalto en la, dicen, insegura Buenos Aires, sino del rodaje de Carne de neón, una mezcla de thriller, comedia y melodrama protagonizada por Mario Casas. Tras mentiras y gordas y Fuga de cerebros, quizá Carne de neón sea el siguiente éxito del intérprete gallego.

Incluso lejos de la cámara, a Casas le cuesta sacarse la cara de chico duro. Parece muy metido en su personaje, Ricky, un chaval de 23 años –su misma edad– que sobrevive en la calle desde que su madre, interpretada por Ángela Molina, fue encarcelada cuando era un niño. Ha robado y pasado drogas, ahora trafica con oro y cuenta entre sus amigos con travestis, chulos, yonquis y prostitutas. Pero también esconde ternura, sueña con reencontrarse con su madre y poder retirarla de su profesión de meretriz.

Adiós al adolescente

“Ojalá las niñas vayan a ver la película por mí”, explica Casas mientras enciende el enésimo cigarrillo, “pero Carne de neón no es la típica película juvenil, sino fuerte de cojones”, afirma. “Mi personaje es muy duro. Va a venirme muy bien: dejarán de machacarme con el rollo de ídolo de adolescentes”. La cicatriz en la mejilla –maquillaje, eso sí–, el gesto chulesco, la voz cascada y la ropa, similar a la de Ewan McGregor en Trainspotting o Brad Pitt en Snatch, cerdos y diamantes, así lo indican.

El actor vive su mejor momento:_además de en el cine, cada vez cotiza más en televisión con Los hombres de Paco. Es portada de revistas y acosado por admiradoras, así que el trabajar en una ciudad donde nadie lo reconoce lo hace “estar relajadísimo. Antes de venirme se lo comentaba a mi madre: necesito descansar. En España hay mucho lío:_el trabajo, las entrevistas y salir en tantas revistas me tocaba la moral. Si no me hubiese salido esto habría ido a Londres a aprender inglés”.

¿Y qué aprende en Buenos Aires? “Paseo y me recuerda a Madrid, pero estoy muy concentrado en el papel”, explica. ¿Y de dónde saca esa vena macarra? “De mi barrio, de mis amigos... He mamado mucho la calle y vivido cosas fuertes. Además, he estado en zonas bastante chungas por aquí y conocido a  gente, figurantes, que daban miedo”. Respecto a la película, lo que Casas espera es que dé de qué hablar. “Ojalá sea un taquillazo”, comenta, “pero por el boca a boca. Que sea una película española que merezca verse, que guste el aire a cine  americano que tiene. Si, además, el que salga yo puede atraer a que vengan más chavalas, bienvenidas sean”.

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