Este fin de semana llega a los cines estadounidenses la cuarta parte de la popular saga Destino final. Y lo hace en formato 3-D de la mano del director David R. Ellis. En su reparto, caras conocidas de la pequeña pantalla: Bobby Campo (Greek) y Shantel VanSanten (One Tree Hill), entre otros.

En The Final Destination (New Line Cinema), como ya es habitual, una premonición salva al protagonista y a sus amigos de un gran accidente en una carrera de NASCAR. Sin embargo, la muerte les sigue acechando. "Fue divertida rodarla y poder ver cómo se montaba todo. Es violenta y caótica", asegura Campo.

VanSanten, que encarna a la novia de Nick, no dejó de gritar cuando vio la película montada. "El espectador está ahí dentro con nosotros más que sentado en su butaca. Se preocupa de si el destornillador le va a golpear cuando sale disparado y, lógicamente, reacciona y salta", explicó la actriz.

La misma técnica que en 'Avatar'

"El uso del 3-D en esta película es increíble", afirmó Campo. "Es la misma técnica a la que James Cameron ha dedicado casi dos décadas de esfuerzos y ahora nosotros hemos sido afortunados de usarla", agregó en alusión al filme Avatar, que se estrenará en diciembre.

El protagonista de The Final Destination considera que esta saga, cuya cuarta entrega ha costado 43 millones de dólares, tiene éxito porque habla sobre "los miedos más rutinarios" y sobre cómo afrontaría la gente la muerte si supiera que va a llegar "de un momento a otro".

El futuro apunta a que éste será el último capítulo de la franquicia, tal y como manifestaron sus creadores en el reciente Salón del Cómic, de San Diego (California), aunque hay quien sostiene que podría extenderse, dado los amplios dividendos que ofrecieron las tres películas anteriores.