En la rotonda, los coches se amontonan en las horas punta, ya que los semáforos permanecen cerca de un minuto en rojo y sólo 25 segundos en verde, según comprobó 20 minutos, tras la denuncia de una lectora.

Mala señalización

La situación se complica al llegar al cambio de sentido hacia la carretera de Madrid, donde los cuatro carriles se convierten en tres y luego se reducen a dos. El resultado es un embudo que no deja avanzar la circulación. La abundancia de camiones y buses dificulta aún más el tráfico.

La nueva señalización también es conflictiva. Un cartel prohíbe incorporarse desde la gasolinera a la rotonda y obliga al conductor a meterse en la carretera de Madrid, pero casi nadie lo cumple. Además, los pasos de cebra escasean y los peatones cruzan por donde se les antoja. «Hay que caminar mucho para cruzar la carretera de Madrid por un paso de peatones, así que cruzamos por donde podemos», señala otro transeúnte.

Carmen García. 58 años. «Los semáforos no están bien coordinados y los conductores sufrimos muchos atascos. Los viernes, sobre todo, hay mucha aglomeración, los cruces se quedan invadidos y no se puede salir de Vía Hispanidad».

Rubén Villalba. 19 años. «Aquí los atascos son normales en las horas punta: de 19 a 21 y de 13 a 15 horas. No se puede ir con prisas porque se pierde más tiempo del que se debería para atravesar la rotonda con el coche».

Tania Manresa. 17 años. «Pasar en coche por la rotonda alrededor de las ocho de la tarde es imposible. Entran muchos vehículos que vienen de la carretera de Madrid y la circulación se colapsa totalmente».