El consulado español en Turquía niega asistencia a una joven española enferma

  • El equipo médico que la trataba le diagnosticó diabetes aguda.
  • Los funcionarios rechazaron ayudarla.
  • La afectada va a presentar una denuncia.
Anna, entubada, horas después de su ingreso hospitalario.
Anna, entubada, horas después de su ingreso hospitalario.
S. Vadseth
Anna, entubada, horas después de su ingreso hospitalario.

La joven catalana Anna Raymi denunciará en el juzgado el "abandono y la indiferencia" con la que fue tratada por el consulado español en Estambul (Turquía) después de que le negase la asistencia tras enfermar en el país euroasiático.

La pesadilla coincidió con su aterrizaje en Turquía el pasado 17 de julio para disfrutar de una semana de vacaciones. Anna se sintió indispuesta, fue ingresada de urgencia en un hospital público de Estambul y los médicos le diagnosticaron diabetes aguda.

Me negaron atención psicológica
y monetaria

Los facultativos le recomendaron contactar con el consulado para solicitar asesoramiento legal y económico -en principio le dijeron que el tratamiento ascendía a 1.500 euros- y Anna telefoneó a la legación: "Me negaron atención psicológica, monetaria, se desentendieron de mí y me hicieron sentir como si intentase aprovecharme del Estado".

Los funcionarios rechazaron adelantar el dinero de los gastos hospitalarios o de la repatriación a pesar de que su estado de salud era muy delicado -según los facultativos- y la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores informa de que "en caso de enfermedad repentina [...] el consulado prestará asistencia" y, "en casos excepcionales [...] se adelantará ayuda económica de carácter reintegrable".

El intérprete, de vacaciones

En última instancia, Anna solicitó los servicios de un intérprete para que le tradujesen los tecnicismos de su diagnóstico -porque el equipo médico no hablabla inglés- y la respuesta también fue negativa. "Me dijeron que las traducciones se pagaban, que habían subido de precio y que la intérprete estaba de vacaciones".

Los funcionarios le notificaron que la única ayuda que le podían ofrecer era contactar con su seguro e informar de su enfermedad para que la compañía se hiciese cargo de la situación.

Sin embargo, el consulado "olvidó" llamar a Rumanía -Anna trabajaba hasta entonces para la UE en ese país centroeuropeo- y fue ella quien tuvo que coordinar desde el hospital el protocolo de actuación.

Su seguro trasladó a Estambul a una enfermera desde París y el jueves 23, tras cinco días ingresada, la repatriaron en primera clase desde Estambul a un hospital de Granollers (Barcelona).

Ahora Anna se recupera en su casa y asimila la enfermedad. Una información que ignora el equipo de la legación, porque nadie se ha puesto en contacto con ella para interesarse por su salud.

El cónsul rechazó este lunes hacer declaraciones a 20 minutos.

Acción conjunta contra la legación

Los ciudadanos españoles residentes en Estambul preparan un comunicado conjunto para denunciar la situación "de desamparo" que se vive en la ciudad turca y remitirlo a Asuntos Exteriores.

"La sensación de abandono es constante y ya es hora de que se sepa en el Ministerio", explica Lucas Farioli, periodista español que vive en Estambul y que confirma el malestar de los compatriotas. "El caso de Anna no es aislado, es el más grave, pero no el único", puntualiza.

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