Las piscinas de Madrid, más atestadas que nunca por la crisis económica y el calor

  • Se llenan este año hasta un 40% más.
  • Cuelgan el cartel de completo por primera vez.
  • Un 35% de los madrileños no tienen previsto salir de vacaciones.
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Varios jóvenes se pegan un chapuzón en la piscina del polideportivo Luis Aragonés, en Hortaleza.
Varios jóvenes se pegan un chapuzón en la piscina del polideportivo Luis Aragonés, en Hortaleza.
Jorge París
Varios jóvenes se pegan un chapuzón en la piscina del polideportivo Luis Aragonés, en Hortaleza.

Un domingo cualquiera de julio. Piscina del polideportivo Luis Aragonés (Hortaleza). 3.500 personas abarrotan el agua y el césped. Fuera de la instalación, una larga cola espera ante una taquilla con el cartel de "aforo completo".

"Es el primer año que ocurre y se ha repetido varios fines de semana: hay que parar a la gente en la puerta porque no caben", dice Javier Fernández, director del polideportivo.

Las 21 instalaciones de verano de Madrid y las de la región están a rebosar. La de Hortaleza está "en máximos", con un 20% más de bañistas que en 2008. La de Francos Rodríguez (Moncloa) recibe ahora un 30% más de clientes. Y la de Casa de Campo, una de las más populares, se lleva la palma: "La afluencia ha subido un 40%. Hay cola desde la mañana a la noche", cuenta Julio García, el encargado.

Récords históricos

Los responsables de las instalaciones están sorprendidos: "El pasado domingo fue el más fuerte de la historia, nunca había visto nada igual. Tuvimos que colgar el cartel de completo", según Francisco González, encargado de la piscina de Palomeras (Puente de Vallecas).

En vez de irse a la sierra o a la playa, las familias pasan aquí todo el día, con sus neveras y bocadillos

Además de las altas temperaturas registradas en junio y julio, la diferencia con otros veranos es que ahora hay crisis. "En vez de irse a la sierra o a la playa, las familias madrileñas vienen ahora a las piscinas y pasan aquí todo el día, con sus neveras y bocadillos", explica Eva Marquina, responsable de la piscina de Vicálvaro.

De hecho, según el Barómetro de Consumo del Ayuntamiento, el 34,8% de los madrileños no se irán de vacaciones (en 2008 eran el 29,2%). Casi la mitad de ellos se quedarán en casa "por razones económicas".

En obras, sin duchas o cerradas

La mayoría de las piscinas municipales están operativas, con la excepción de la de Ciudad Lineal y la olímpica de Aluche. Sin embargo, los bañistas se quejan de instalaciones sin agua en las duchas (Francos Rodríguez u Orcasitas) y con falta de servicios (como el bar cerrado en Barrio del Pilar). Además, algunas piscinas comenzaron el verano con zonas limitadas por obras.

Día de ‘picnic' sin salir de Madrid

Visitación y Dolores (71 y 76 años) están abonadas a la piscina. Cualquier día, a cualquier hora, se las puede ver en el agua, el césped o el merendero. "Antes iba a Torrevieja, pero me quedé viuda y lo más parecido es la piscina", dice Visitación, mientras da el último bocado a la tortilla.

Venimos por la mañana con los nietos y no salimos hasta las nueve de la noche

Tampoco salen de allí Jacinta y José (70 años). "Venimos por la mañana con los nietos, luego por la tarde viene su padre y no salimos hasta las nueve de la noche", cuenta José. Sus nietos se encuentran allí con los amigos del colegio.

Como el hijo de Ana, una joven de 27 años en paro que aprovecha el tiempo libre para ir con su hijo a la piscina. Llega con los tuppers llenos de comida: filete, tortilla, ensalada... Eso sí, los fines de semana huye de allí : "A partir de las 12 h no se puede estar, la cola es increíble".

Las piscinas se han convertido en el paraíso del picnic. "Se ha recuperado la costumbre de la nevera, la tartera y el mantel de cuadros, con toda la familia alrededor", comenta el director del polideportivo de Hortaleza. Hasta ahora, sólo los inmigrantes y los jóvenes mantenían esta tradición, pero este año "lo hace la gente del barrio de toda la vida".

Se ha recuperado la costumbre de la nevera, la tartera y el mantel de cuadros

Pero la elevada afluencia de bañistas no contenta a todos. Los socorristas tienen "mucho lío: hay que estar atento a que no den saltos mortales, que no se ahoguen los niños e incluso a que no se bañen con camiseta. Hay gente para todo", se queja el socorrista Miguel.

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