De Fresnedillas a la Luna

Las instalaciones de Fresnedillas (Madrid) tuvieron un papel destacado en la misión del Apollo 11.
Las instalaciones de Fresnedillas (Madrid) tuvieron un papel destacado en la misión del Apollo 11.
L.F. ROJO
Las instalaciones de Fresnedillas (Madrid) tuvieron un papel destacado en la misión del Apollo 11.

La llegada del hombre a la Luna, de la que se cumplen 40 años este lunes, puede parecer un hecho lejano y muy estadounidense para los españoles, pero no fue así. En aquellos días, la NASA tenía tres instalaciones en España: una en Maspalomas (Gran Canaria), la de Robledo de Chavela (Madrid) y otra en Fresnedillas de la Oliva (Madrid). Esta última tuvo un papel destacado en la misión del Apollo 11.

Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apollo 11 y la estación madrileña, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible

Fresnedillas-Navalagamella (Madrid Apollo, para la NASA) comenzó su andadura el 4 de julio de 1967. Al principio, todo su personal era estadounidense pero poco a poco comenzó a entrar personal español, hasta convertirse en mayoría.

Aquella antena y aquellos hombres fueron vitales para el viaje del Apollo 11. Neil Armstrong, el primer hombre que pisó el satélite, declaró que "sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apollo 11 y la estación madrileña, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible".

Durante el trayecto de Armstrong y sus compañeros, tres estaciones les seguían la pista: una en EE UU, otra en Australia y la tercera en Fresnedillas. Luis Ruiz de Gopegui, director de la estación madrileña aquel día, relata para 20minutos.es que "cada una de las estaciones cubría durante ocho horas el seguimiento. Madrid estuvo 42 horas en contacto". Enviaban y recibían datos que luego mandaban a Houston. Salvo emergencia, las comunicaciones verbales sólo se hacían desde el centro espacial tejano.

"Era una misión muy importante, pero cuando estabas en el barullo las cosas pequeñas eran las que te preocupaban", recuerda Gopegui sobre cómo vivieron aquellas horas. "Vivíamos pendientes de lo que teníamos que hacer, actuábamos prácticamente como robots, el lado humano sale después", concluye.

Los otros Apollo

En Fresnedillas se vivieron todos los Apollo, incluido el tenso Apollo 13, y otras misiones tripuladas o no. Y los vecinos de la zona eran muy conscientes de su importancia.

José Manuel Grandela Durán, un jefe de operaciones de la estación, recordaba hace años en la revista de Aeronáutica y Astronáutica varias vivencias del centro. Cuando se dirigían a la estación para contactar con el Apollo 14 tuvieron que detenerse al paso de una procesión religiosa en Valdemorillo. Ni la Guardia Civil se veía capaz de abrirles paso. Sin embargo, cuando algún vecino reconoció los coches exclamó: "¡Hay que dejarles pasar! ¡Son los de la 'Base'! ¡Son los hombres de la Luna!". Y la procesión se abrió y pudieron continuar su trayecto.

¡Hay que dejarles pasar! ¡Son los de la 'Base'! ¡Son los hombres de la Luna!

También recuerda cuando en el Apollo 16 la nave perdió contacto con Houston, y el astronauta John W. Young intentaba reestablecer la comunicación una y otra vez, aumentando su nerviosismo. Para tranquilizarle, el personal de Fresnedillas tomó el control, se identificó y le explicó que por un problema menor se había perdido la comunicación con el centro tejano. Young se relajó y piropeó nuestra región: "Oh, Madrid! Beautiful Madrid! Wonderful Madrid! Outstanding Madrid!".

La estación continúo su labor hasta 1984, año en el que se desmanteló y sus equipos se unieron a la base vecina de Robledo de Chavela.

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